Tierney y el maleficio de los laterales

El maleficio de la Real con los laterales no tiene precedentes. Con la caída de Tierney en Balaídos, que sufre una lesión del músculo bíceps femoral del muslo izquierdo, Imanol se encontró sin ninguno de los cuatro con los que partía en la plantilla en verano aunque, al menos ahora, Odriozola se ha reincorporado a los entrenamientos con el grupo sin saber aún si podrá entrar en la lista mañana ante el Rayo Vallecano.

No obstante, en la banda derecha puede elegir entre Jon Mikel Aramburu, el chaval del Sanse que tan bien lo ha hecho en la doble cita de Vigo, y Aritz, que en las dos últimas temporadas ha jugado más en banda que en el eje de la defensa. En la izquierda todo indica que debutará Javi Galán, que en 48 horas pasará de ser presentado a la titularidad.

Hamari Traoré se halla disputando la Copa de África y Odriozola se lesionó hace dos semanas en San Mamés con una rotura de fibras en la parte posterior del muslo izquierdo. En la otra banda tanto Aihen como Tierney han caído en cuatro días.

El destino suele ser caprichoso y quiso que tanto el sábado como el martes la Real tuviera que retirar a sus laterales zurdos en el minuto 38. Aihen sufrió la lesión más temida por un futbolista, la rotura del cruzado, en un lance con Mingueza en campo contrario. Le esperan por lo menos ocho meses de recuperación.

Tierney se rompió en el mismo minuto al intentar despejar un balón en la frontal del área propia y se llevó la mano a la parte posterior del muslo izquierdo, el mismo que le tuvo parado durante octubre y noviembre por otra rotura de fibras. Menos mal que la Real reaccionó rápido tras caer Aihen para traer a Javi Galán en una operación relámpago, porque de lo contrario la posición habría quedado desguarnecida.

El escocés lleva marcado por las lesiones desde que fichó por el Arsenal en 2019. A su llegada tardó un mes y medio en debutar por una serie de problemas físicos y cuando comenzó a jugar se dislocó el hombro en diciembre de 2019 en un partido contra el West Ham. «Fue el peor momento de mi carrera porque sentía mucho dolor y sabía que tendría que ser operado», señaló entonces. Pasó por el quirófano y tardó tres meses en volver, lo que redujo su concurso en esa temporada a 12 partidos como titular en la Premier y siete más entre Europa League y FA Cup.

La campaña 20/21 la arrancó con fuerza siendo indiscutible para Arteta durante cuatro meses hasta navidades. En enero sufrió un esguince en la rodilla izquierda que le obligó a estar un mes parado, un problema que se le reprodujo en abril y le mantuvo de baja otro mes. Con todo, esa temporada se fue hasta los 38 partidos disputados con el Arsenal entre todas las competiciones y 3.000 minutos de juego, en los que marcó dos goles y dio cinco asistencias.

En la 21/22 sufrió un golpe en el tobillo en octubre en un partido contra el Crystal Palace que le tuvo dos semanas parado, pero a pesar de ese percance fue un hombre fijo en los planes de Arteta de agosto a abril. A partir de ahí empezó a cambiar su suerte.

De un día para otro se vio obligado a pasar por el quirófano de la manera más curiosa. Así lo explicaba entonces a The Sun: «Fue después de un partido con Escocia. Estaba haciendo ejercicios de piernas en el gimnasio y mi rodilla izquierda hizo clic. Instintivamente sentí que no estaba bien y que debería hacerme una exploración. El resultado fue que tenía que operarme». Pasó por el quirófano y se perdió el final de la temporada. En sus tres primeros años en el Arsenal solo jugó 64 partidos en la Premier League sobre un total de 114.

En verano de 2022, ante los problemas físicos que había arrastrado el escocés, los 'gunners' ficharon a Zinchenko del Manchester City por 38 millones y eso redujo su participación. Curiosamente ocurrió en el curso en el que apenas estuvo lesionado. Jugó seis partidos titular en Premier y otros seis encuentros en la Europa League. Por eso el Arsenal le abrió la puerta en agosto para salir cedido en la esperanza de recuperar a un jugador por el que pagó 27 millones de euros cuando lo fichó del Celtic en 2019.

En San Sebastián su trayectoria también se ha visto condicionada por las lesiones. El 30 de septiembre se produjo una rotura de fibras en la musculatura isquiosural del muslo izquierdo y se perdió dos meses de competición. Con todo, se recuperó un mes antes del plazo estimado, ya que la lesión era bastante seria.

En total ha jugado 16 partidos como blanquiazul,13 como titular, para un total de 1.011 minutos. Es el decimocuarto realista en cuanto a participación. Su mejor encuentro fue en la Champions contra el Inter en Anoeta, donde apuntó las cualidades que llevaron a la Real a fijarse en él. La lesión contra el Athletic frenó su progresión y a su vuelta en diciembre se mostró lejos de ese nivel. Hace dos semanas, en San Mamés, cuajó su peor actuación, pero el sábado en Balaídos había transmitido buenas sensaciones. Solo cabe esperar que se recupere a tiempo de demostrar en la Real todo su potencial.

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