Incidentes Real Sociedad - Benfica: cuatro detenidos y diez atendidos

La Ertzaintza detuvo ayer al menos a cuatro personas en los incidentes previos que se produjeron en los aledaños del Estadio de Anoeta en los momentos previos al partido de Champions League que disputaron la Real y el Benfica, que se saldaron con al menos 10 atendidos en Urgencias. Cuando un buen número de aficionados realistas estaban reunidos en la plaza de las Armerías, lugar habitual de encuentro en los momentos previos a los partidos de los realzales en su campo, entre cincuenta y sesenta ultras del Benfica, encapuchados y vestidos de negro la gran mayoría, irrumpieron por la calle Aragón. Los antidisturbios de la Ertzaintza desplazados a la zona tuvieron que realizar varias cargas para dispersarlos y se produjeron varias detenciones.

Los incidentes se extendieron posteriormente a la Avenida de Madrid, donde hubo lanzamiento de bengalas, sillas y agresiones con palos a los aficionados realistas. Tras provocar dichos incidentes, los ultras lisboetas se dispersaron por las calles adyacentes, donde volvieron a provocar incidentes pese a la presencia de la Ertzaintza.

Cuando ocurrió el ataque, la Ertzaintza no se encontraba en el lugar, aunque no tardó en llegar a la zona. La intervención policial, en un primer momento, se saldó con cuatro detenciones, entre los que había aficionados tanto de la Real, como del Benfica. El presidente de la Real, Jokin Aperribay, indicaba anoche que «ha sido detenido un guipuzcoano, que no es socio, como pasó en Roma y Benfica, que ninguno era socio». Los detenidos, de 21, 26, 32 y 42 años, han sido trasladados a la comisaría de Donostia para realizar las diligencias necesarias.

Los ultras del Benfica ya habían sido protagonistas en anteriores encuentros europeos por lanzamiento de bengalas. El propio club portugués ya solicitó a sus seguidores antes del partido de Anoeta una «actitud irreprochable» durante todo el encuentro. Sin embargo, en el arranque del duelo de Champions se pudo ver bengalas encendidas en la zona donde se situaba la afición portuguesa.

Ya durante el partido, los aficionados del Benfica estuvieron ubicados en Anoeta en la zona destinada a la afición visitante, vigilados de cerca por los efectivos de la Ertzaintza. A pesar de ello, no pudieron impedir que se produjera el lanzamiento de bengalas al terreno de juego hasta en tres ocasiones -una de ellas impactó en el cuerpo de una aficionada portuguesa-, por lo que el colegiado, el inglés Anthony Taylor, se vio obligado a detener el juego hasta que fuesen retiradas del campo.

A la conclusión del partido, Mikel Oyarzabal, capitán realista, condenó el lanzamiento de bengalas y mostró su apoyo a los aficionados que fueron agredidos.

Aperribay explicaba tras el encuentro que «intentaremos que las personas que han lanzado bengalas respondan ante la justicia. Espero que se les detenga al salir del campo. Varias de ellas están identificadas». De hecho, la propia Real Sociedad ha anunciado a través de Twitter que se han realizado las primeras identificaciones e imputaciones en el mismo estadio de los presuntos responsables.

En la temporada pasada, el comportamiento de los ultras lisboetas durante su visita al Inter en la Liga de Campeones ya fue castigado por la UEFA, que prohibió a los seguidores de las 'águilas' asistir a su siguente desplazamiento europeo, que casualmente fue también a la ciudad italiana, para enfrentarse de nuevo al conjunto 'neroazzurro'.

En aquel partido, los hinchas lusos encendieron varias antorchas y las lanzaron contra los aficionados italianos que se encontraban en las gradas de debajo, lo que causó algunos heridos, entre ellos, un niño de 8 años. «Esos comportamientos poco adecuados no solo comprometen la imagen internacional del club sino que tienen serios impactos económicos e impiden que el equipo cuente con el apoyo que ayuda a lograr las victorias que tanto queremos», añadía el club.