Un triunfo de diez

Hablando de diez, nuestro número 10, Oyarzabal, confirmó este sábado las buenas sensaciones que había dejado con la selección española. Ubicado en el extremo, dio mucho juego y volvió a marcar. Le quedan dos goles para alcanzar otra cifra redonda, los cien. Y eso que en la segunda parte debió atreverse más a disparar con su zurda.

Rozaron también el 10 Remiro y la defensa. El portero, que dio el susto al final con una mala caída, es tan regular en su rendimiento que nos parece normal que salve un par de goles cantados por partido. Y en defensa, Aguerd puede hacer olvidar a Le Normand, Zubeldia vuelve por sus fueros y Aramburu aguanta lo que le echen, ayer Danjuma.

Le falta algo de regularidad a lo largo de todo el partido, pero cuando Sucic se engancha al juego tiene una gran presencia y poderío. No es Merino, pero apunta a indiscutible. A Óskarsson, muy trabajador, se le ve todavía algo verde.

Esa es la cuestión hamletiana cara al jueves en la Europa League. El partido ante el Maccabi en Belgrado es bastante importante si no queremos tirar Europa, así que Imanol deberá darle estos días al magín para poder dosificar sin sacar un equipo lleno de meritorios como ha hecho hasta ahora en competición continental.