Los 44 socios homenajeados posan con exjugadores de la Real Sociedad en el Reale Arena. Gorka Estrada

«Ahora veo algún partido y digo: 'ese gol no se lo habrían metido a Arconada'»

La Real homenajeó a 44 socios por medio siglo de fidelidad con la entrega de la Insignia de Oro

Bruno Parcero

San Sebastián

Viernes, 15 de noviembre 2024, 22:59

Algunas caras conocidas, otras menos pero todas desprendiendo un halo de ilusión en el acto de entrega de la Insignia de Oro que se ha llevado a cabo este viernes en el auditorio del Reale Arena por sus 50 años de fidelidad a una Real Sociedad ... que todos llevan en el corazón.

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Ahí estaba María Dolores Borda, una de esas mujeres que desafió los cánones de la época siendo socia de un club de fútbol: «No recuerdo ni cuando me hice socia, tendría 11 o 12 años. Mi aita era txapela e iba siempre a Atocha. Entonces no había tantas mujeres como ahora, pero iba con la ama y no tenía problemas».

«Mi mejor recuerdo de la Real es una parada de Arconada», aseguró la veterana abonada que ayer tuvo oportunidad de verle en persona porque el portero fue uno de los exfutbolistas que como Carmelo Amas, Górriz, Idígoras, López Ufarte, Mitxel Loinaz o Xabi Prieto estuvieron presentes en el acto. «Me acuerdo mucho de él. Me gustaba mucho. Ahora veo algún partido y digo: 'ese gol no se lo hubieran metido a Arconada'», añadió María Dolores, que espera que en los próximos años la Real «esté siempre ahí arriba y siempre un poco mejor que el Bilbao».

LOS 44 SOCIOS HOMENAJEADOS

  • Juan Ramón Cendrero Iraola, Andrés Iriarte del Rey, Antonio Echeveste Miranda, Alejandro Elizalde Garralde, Juan Ignacio Reino Riveiro, María Dolores Borda Galarmendi, Juan María Irizar García, Agustín Pintado Rincón, José I. Erausquin Arruabarrena, Felipe Garmendia Aramendi, Encarnación Álvarez Suescun, Ana Isabel Oliden Álvarez, Xabier Oliden Álvarez, Fco. Javier Lodoso Iriondo, Guillermo Lacunza Echegoyen, Nemesio Iriarte Iriarte, Iciar Lazcano Azcue, Ana Eleizegi Larre, José Antonio Ceballos Alonso, Mikel Ayerdi Barandiaran, Antonio Oyarzabal Miranda, Pedro María Lakuntza Serrano, José Ignacio Andrés Calahorra, Domi Jauregui Garmendia, Leoncio Ribes Sagarzazu, José María Usarraga Unsain, Álvaro Layant Villagarcía, María Elena Montejo Ubillos, José Miguel Rey Pecharroman, Miguel Ercibengoa Larrañaga, Miguel Gómez Pardo, Rafael Guibert Ucín, Juan Luis Larrea Sarobe, Román Sillero Novales, Pablo Tejada Ayala, Iñaki Ucín Aizpuru, Javier Ucín Aizpuru, Iñaki Muguerza Rivero, Jesús María Garayalde Ayestaran, Francisco Javier Mendizabal, Fernando Trincado Camino, Óscar Mena Condal, Luis María Ruiz Echeguía, Francisco Javier Iraola Agirrezabal

Otro que tiene a Arconada en un altar es Jose Mari Usarraga: «Me hice socio a los 26 años. Antes iba a la grada pagando», señala el expresidente de la Federación Vasca de Caza que echa de menos «a aquellos jugadores de antes. Aquellos eran distintos, tenían otra forma de ser, bastante más personal que la de ahora. Les conocíamos a todos».

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A Pedro Lakuntza, del Atletiko San Sebastián, le llevaba a Atocha con nueve años su aita, «al mercado de frutas. Teníamos un cartoncito con 42 números que eran los partidos de la temporada y el pica nos hacía un agujerito. También iba a los partidos del Sanse. Como iba poca gente nos colaba el aita y nos dejaba en tribuna en un banquito de madera duro. Recuerdo el olor de la hierba, los puros, los vasitos de Soberano...Y en el mercado de frutas veías al jugador a tres o cuatro metros. Casi le olías. Eso se te queda grabado. Ahora es otro mundo». Especialmente recuerda «la segunda liga» pese a que estuvo en Gijón. «tuve suerte porque estuve justo detrás de la portería en la que marcó Zamora. Hubo una avalancha enorme». También fue «al primer partido europeo contra el Banik Ostrava», añade Lakuntza al que le gustaría «que la Real cambiara de nombre y se llamara Txuriurdinak porque lo de Real no me gusta nada».

Juan Luis Larrea, María Dolores Borda y Jose Mari Usarraga reciben la Insignia de Oro de manos del presidente Jokin Aperribay

Otro de los homenajeados fue Felipe Garmendia, el primero en recibir la Insignia de Oro de manos del presidente Jokin Aperribay. Quizás su nombre no les suene, pero fue la persona que clavó una bandera de la Real en el centro del campo de El Molinón tras la consecución de la primera liga: «Vi el partido en distintas zonas del campo y terminé en un córner. Fui el único guipuzcoano que no se alegró del gol de Zamora porque no lo vi. Cuando vi al linier correr hacia el centro del campo fue cuando se me puso la carne de gallina».

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Recuerda Garmendia que pudo saltar al terreno de juego pese a que «la policía salió detrás mío pero no me podía parar nadie», relata. «Salí en las fotos abrazándome a Arconada en el centro del campo. Quería clavar la bandera de la Real en el centro del campo pero en la avalancha del gol se me rompió el palo de la bandera y me quedó pequeña», explica.

Posteriormente, recuerda Felipe que abandonó el campo por el túnel y se encontró con «García haciendo entrevistas. Había mucha gente delante del vestuario de la Real y algunos jugadores estaban desnudos. Arconada salió con una toalla a llamarnos la atención y ya cuando estaban vestidos pude entrar con los periodistas. Estudio Estadio le hizo una entrevista a Zamora y yo estaba al lado. Soy de Getaria y al día siguiente en el pueblo parecía que había metido yo el gol».

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