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El Villarreal le mete un gol a la Real con Sorloth

Lo de Sorloth ha sido un golpe en la línea de flotación por mucho que Olabe maneje otras alternativas. El puesto de delantero centro es el más cotizado del fútbol y no será fácil traer a un atacante de rendimiento inmediato por esos 10 millones que le ha costado al Villarreal. Por algo es gol se paga a precio de oro.

El de Trondheim estaba integrado en una plantilla que tendrá que borrar su número del grupo de whatsapp –la noticia pilló a todos desprevenidos– y, lo que es más importante, se había hecho a la Liga. Le costó el primer año, en el que vivió durante muchos meses a la sombra de Isak hasta que ambos pudieron jugar juntos tras la lesión de Oyarzabal para llevar a la Real a Europa, precisamente con una victoria en Villarreal. Ese curso no pasó de los seis goles.

La pasada temporada regresó después del traspaso de Isak y con la lesión de Sadiq se convirtió en el referente ofensivo del equipo haciendo un temporadón. No es fácil marcar 16 goles sin ser un rematador nato y participando tanto en el juego asociativo, moviéndose en ocasiones lejos del área. Tener a Kubo cerca potenció sus virtudes y sus números.

En la faceta personal había conectado con un vestuario que le hizo la vida muy fácil. Estaba integrado y se sentía reconocido. Olabe, en su comparecencia del 8 de junio, confirmó su interés por seguir contando con sus servicios. «Estamos muy contentos con el rendimiento que nos ha dado y con su actitud. Lo hemos fichado dos veces, así que imagínense lo convencidos que estamos con él».

La Real tenía conversaciones abiertas con el Leipzig pero al final ha sido el Villarreal el que se lo ha llevado. Y los diez millones de los que hablan allí parecen una ganga por un delantero que a los 27 años entra en la mejor edad para un futbolista y viene de marcar 16 goles. Ese es uno de los motivos por los que ha escocido su marcha. El otro es que refuerza a un rival directo en la pelea por Europa. No se ha quedado en Alemania o se ha ido a otro campeonato, no, vendrá a Anoeta enfundado en la camiseta amarilla.

En su primer año en la Real el club tuvo la opción de comprarlo por 16 millones antes del 15 de abril de 2022 pero, con Isak como referente ofensivo, no la ejerció. Algo lógico y comprensible porque Carlos Fernández, que fue al que vino a sustituir, estaba en la fase final de su recuperación. El verano pasado, cuando regresó cedido, no se acordó con el Leipzig una opción preferente de compra porque ello hubiera encarecido la operación. Además, el conjunto alemán tampoco parecía demasiado interesado en ello y con Isak rumbo a Newcastle no había tiempo que perder.

Ahora Olabe tendrá que volver a demostrar sus artes en el mercado para paliar una baja tan significativa. Crédito tiene de sobra, ahí están sus cinco años al frente de la dirección de fútbol para confirmarlo y el triple movimiento que hizo el año pasado para cambiar a Rafinha, Januzaj y Portu por Brais, Kubo y Momo Cho. Pero el golpe encajado con el noruego ha sido fuerte.