«Si alguien espera una varita mágica de Jon Salsamendi no la va a tener»

Jon Salsalmendi, su entrenador, es el primero en reconocer que «en cuanto a rendimiento hemos empezado muy por debajo de nuestras posibilidades. Si tuviéramos que objetivar lo que sabemos que somos y lo que hemos hecho, se puede decir que estamos perdiendo un segundo por minuto, algo que no entraba en el guión, pero que es nuestra realidad ahora mismo. Y no ha sido un día de mala suerte porque en el Campeonato de Gipuzkoa nos pasó lo mismo», recuerda.

«Con mucha humildad y con los pies en el suelo no diré que nuestra idea era empezar ganando banderas, pero sí estar en el escalón que se supone que tiene que estar un club que aspira a estar en tanda de honor y peleando por las mismas», se sincera. «Y no es que no hayamos conseguido estar en esa pelea, sino que hemos estado muy, muy lejos. Estamos 25 segundos por detrás de donde teníamos que estar», cifra.

Salsamendi lleva tiempo repasando todos los datos acumulados durante los entrenamientos, pero la hora de encontrar los motivos de este bajo rendimiento, no da con la tecla. «Lo que vemos en casa y lo que nos ocurre en competición está siendo confuso y contradictorio. Todo lo que es medible objetivamente lo estamos repasando: los datos a nivel físico, a nivel biomecánico, a nivel de reglajes… Siempre puede haber pequeños márgenes de error, pero nada que justifique esta diferencia de tiempo que estamos perdiendo».

Por eso se inclina a pensar que las causas tienen que ver más con aspectos psicológicos. «Los equipos también somos estados de ánimo, personas y seguramente ahora mismo, en el grado de cohesión que requiere un equipo para ir como debe, no estemos en el mejor momento. Y eso es lo que tenemos que analizar, sin olvidarnos de que puede que estemos remando mal y que por lo tanto haya que hacerlo mejor, o que podamos estar cometiendo algún error material que tengamos que revisar», explica.

Considera Salsamendi que «quizás nos hemos puesto expectativas demasiado altas o nos hemos presionado demasiado por los números que manejamos. Porque realmente manejamos números físicos muy importantes, muy importantes. Me atrevería a decir, y lo digo con toda la humildad del mundo, que solo Bermeo puede superar los que tenemos. Y si los supera. Hablo de números físicos, de los vatios/kilo que tan de moda están, aunque el remo no es solo esto. Es una parte. El año pasado nuestro números estaban muy alejados de estos y comenzamos la Liga ganando en Bilbao», pone como ejemplo.

La solución, en su opinión, pasa por «mantener más la humildad que la ambición y conforme vayamos dando pasos hacia arriba en competición podremos ir hablando de otras cosas. De momento no hemos demostrado nada y nuestro rendimiento, del minuto uno al veinte, está muy, muy lejos de las posibilidades reales de este equipo».

No duda de que, pese a todo, «este equipo debe de ir a más. En eso estamos tranquilos porque tenemos una mochila bien cargada, pero esto es competición, deporte de equipo y hay muchas cosas que tienen que estar bien ejecutadas y a nosotros nos está costando hacerlo bien con esa naturalidad. Remamos demasiado consciente, demasiado pensando y por ahí estamos cometiendo errores. Entre esa presión por ganar y esas ganas de darle alegrías a la afición, que en los últimos dos o tres años han sido justitas, no estamos siendo capaces de demostrar en competición lo que somos. Tenemos que empezar por ahí, ser más humildes».

Y avisa. «Si alguien espera una barita mágica de Jon Salsamendi no la va a tener. Lo que sí digo es que va a haber mucho ejercicio de responsabilidad y mucho trabajo diario. En ese sentido sí que veo al equipo no solo capacitado, sino con la mentalidad necesaria para asumir ese día a día. Tenemos que apretar todas las tuercas, todos los días, hasta que seamos capaces de remar con más naturalidad, con un espíritu mucho más infantil, mucho más bambino».

Este fin de semana se podrá comprobar si Orio ha comenzado a corregir esta tendencia negativa. La crono de Bilbao de mañana -allí ganó el año pasado- y la regata del domingo en Orio, en casa, deben despejar algunas incógnitas. En cuanto a la contrarreloj, no cree que sea perjudicial ahora mismo. «Remar contra uno mismo no nos perjudica porque lo hacemos todo el año en los entrenamientos. Hay mejores y peores, pero incluso en los peores días la trainera suele correr. Lo bueno de la contrarreloj es que los factores externos y las excusas se minimizan mucho. Para ver si tu trabajo ha sido óptimo o no, es un buen test».