Ares se coló hace una semana entre los siete mejores botes en la clasificatoria. Por primera vez en sus 63 años de historia, el club gallego se clasificó para remar en Donostia en los dos primeros domingos de septiembre. El último puesto de la primera ... jornada no empañará lo cosechado por la Santa Olalla. Un hito en toda regla.
El veterano remero Luis Pazos (Marín, Pontevedra, 1968) ha remado con Tirán, Astillero y Bermeo Urdaibai en La Concha y ahora lo ha conseguido con Ares. Resalta como anécdota que solo se ha clasificado con traineras azules. Aquellos que vistan de ese color y que quieran tenerlo en su plantilla tendrán complicado hacerse con sus servicios, ya que la regata de este domingo será su última como remero, ya con 52 años. «Hay que dejar a las generaciones más jóvenes que tomen el relevo».
– ¿No se han quedado esta semana en San Sebastián, verdad?
– Estuvimos toda la semana en Donostia hasta la primera jornada y después de la regata nos volvimos a Galicia. Muchos gastamos las vacaciones para estar en San Sebastián. Mañana al mediodía arrancamos para allí.
– ¿Qué tal esos días por Gipuzkoa?
– Bien. Nos alojamos en Orio. Algún día entrenábamos allí, pero la mayoría de los días íbamos a San Sebastián. Dábamos un paseo, algún día nos escapamos a la Parte Vieja... Fueron buenos días.
– En lo deportivo, vaya gesta consiguieron el jueves. Primera vez que Ares se clasifica para las dos jornadas de La Concha.
– Hicimos un regatón en el largo de vuelta, porque en la ida estábamos en la pomada con otros equipos. Donde marcamos las diferencias fue a la vuelta. Nos adaptamos a lo sucia que estaba la mar en la zona de fuera, donde muchos equipos perdieron posibilidades. Recibimos buenas referencias y cogimos buenas olas al entrar en la isla. El pueblo de Ares está en mar abierto y ahí nos defendemos bien, ya que entrenamos casi todo el año ahí. Nuestras opciones pasaron por ahí, en remar bien en la vuelta.
Despedidas
«Las generaciones más jóvenes tienen que tomar el relevo. El domingo, si remo, va a ser mi última regata con Ares»
– ¿Cómo vivieron esos instantes de incertidumbre hasta que entraron todas las tripulaciones? Porque eran séptimos y no podían permitirse que ningún bote les adelantase...
– Con nerviosismo, porque preguntas a tu alrededor y te dicen diferentes cosas. Faltaban Kaiku y San Juan, que en ciaboga estaba a tres segundos. Muchas preguntas y muchos nervios. Estábamos en el límite. Hubiese sido un palo muy grande si de estar séptimos pasamos a no clasificarnos.
– Y usted se tiró al agua.
– Fue espontáneo, pero pensé: «qué mejor que celebrarlo que dándome un chapuzón en La Concha». Además, será el último que me dé en el remo.
– A sus 52 años, ¿dejará el remo?
– Sí, ya tengo que dar un paso al lado y dejar a las generaciones más jóvenes para que tomen el relevo. El domingo, si remo, va a ser mi última regata con Ares.
Sacrificio y esfuerzo
«Vivo a 150 kilómetros de Ares y trabajo por las noches. Son más de 30 años remando y compaginarlo es duro»
– Entonces, vaya despedida va a tener, en el mejor escenario posible, ¿no?
– El chapuzón iba por ahí. Qué mejor que dejar el club en San Sebastián después de mantenernos en la Liga Eusko Label y clasificándonos para La Concha. Ésto a lo mejor en Ares no se repite.
– ¿Y qué hará después?
– El gusanillo siempre lo tendré, pero si puedo echar una mano, la echaré. Si me comentan para ayudar siempre estaré atento al remo y si me necesitan para completar un entrenamiento, aquí me tienen.
– ¿Cómo ha compaginado hasta ahora su vida laboral con el remo?
– Con mucho sacrificio y mucho esfuerzo. Yo vivo a 150 kilómetros de Ares y trabajo por las noches. Compaginar todo eso y con 52 años es duro. Al final cada día me hago 300 kilómetros y después voy a trabajar... Ya te imaginarás la de horas que le tengo que echar al remo. En casa están acostumbrados. Al final llevo más de 30 años remando y lo asumen con total normalidad. En mi familia están satisfechos porque fuera de Galicia me reconocen, y eso para ellos es un orgullo.
– ¿Sus hijos han salido remeros?
– Mi hija no hace mucho deporte y el 'chiquillo' me salió portero de fútbol sala. No siguieron los pasos del padre (ríe). No los quiero forzar para que sean remeros; eligieron libremente y hacen su propio camino.
Objetivo cumplido
«Hemos conseguido mantenernos en la Liga Eusko Label y todo lo que ha venido después ha sido la guinda del pastel»
– De estado de WhatsApp tiene puesta la frase «El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día tras día». ¿Ese éxito lo ha conseguido Ares este verano?
– Los esfuerzos son los entrenamientos de todos los días. Poco a poco vas haciendo una base para llegar al objetivo. Mi meta era clasificar al bote para la final de La Concha y mantenernos en la ACT. Además, el año pasado en el trabajo me rompí la rodilla y apenas remé. Este año tenía esa espina clavada y las cosas salieron bien.
– Ares mezcla en su tripulación la juventud con la veteranía. ¿Quiénes aprenden más: los jóvenes o los no tan jóvenes?
– Es mutuo. Yo les puedo enseñar, porque son unos novatos como quien dice en La Concha y clasificarse para ellos es algo nuevo. Les puedo dar nociones, pero de ellos también aprendo. Aportan y es un aprendizaje mutuo. Les cuento mis experiencias y mis 'batallitas' (ríe).
– Volviendo a lo deportivo, ¿qué objetivo se marca Ares de cara a este próximo domingo?
– El objetivo está cumplido, que era mantenerse en la ACT y todo lo que ha venido después ha sido la guinda del pastel. Queremos estar con todos y que la mar esté un poco más revuelta, que no fuera una regata de tantos vatios como la del pasado domingo, donde los grandes equipos sacan su poderío. Sabemos que las traineras que están por delante nuestro son 'top de gama', como digo yo. Queremos acabar con un buen sabor de boca este domingo y pensar ya en la próxima temporada. Para el año que viene Ares volverá a estar entre los mejores y tocará subir un peldaño más.
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