Chapela regresa a La Concha tras su debut del año pasado

Las traineras gallegas siempre son una incógnita cuando se da el banderazo de salida de la clasificatoria de La Concha. El hecho de no haberlas visto remar ante el grueso de las embarcaciones que se presentan para lograr el billete para la Olimpiada del Remo otorga siempre un punto de incertidumbre sobre su rendimiento cuando llega la cita cumbre del calendario arraunlari.

El pasado jueves fueron Cabo y Chapela quienes metieron su bote en la gran cita arraunlari de la temporada y quizá fue esta última la que más sorprendió. Las pontevedresas, si bien lograron la última plaza que daba acceso a los dos domingos, lo hicieron con cierta solvencia, dado que les sobraron nueve segundos, precisamente los que separaron su actuación de la de Ondarroa, octava el jueves.

Chapela llega a Donostia sin complejos, con una plantilla que combina juventud y veteranía, con un rango de edades que oscila entre los 17 y los 47 años. Esta edad corresponde a Verónica Montes, sin duda la veterana de la Bandera de La Concha.

Es la segunda clasificación consecutiva para las gallegas, que el año pasado finalizaron en séptima posición. Superar la actuación del pasado curso puede ser un bonito reto para las entrenadas por Santiago Lago. Bogarán en la tanda de los gallos y las referencias de botes como Donostiarra, Arraun Lagunak u Orio pueden ayudarles a hacer una buena regata que les permita estar por encima de las embarcaciones de la primera tanda, que a priori están más cerca del nivel de la embarcación gallega.

En cualquier caso, logren el resultado que logren, las remeras gallegas ya han redondeado el final de temporada con el mero hecho de clasificarse para la Olimpiada del Remo. Saldrán a disfrutar, pero con la firme intención de mejorar el papel desempeñado el pasado curso en estas mismas aguas.