Donostia Arraun Lagunak quiere volver a ganar en casa, esta vez con su gente

Donostia Arraun Lagunak firmó un 2021 para la historia. En plena pandemia, con las restricciones de público que ello suponía, fueron campeonas de Gipuzkoa, de Euskadi, de la Liga Euskotren y, además, completaron el trébol ganando en La Concha. Fue una temporada sencillamente perfecta, en la que en determinadas situaciones, la moneda siempre salió cara para ellas. Pelearon a cara de perro con Orio, sobre todo, en cada regata y, en el global de la temporada, fueron las claras vencedoras. Hicieron historia al traer de nuevo una Bandera de La Concha a Donostia y sus nombres siempre estarán ahí. ¿Un pero? La espina de no haber podido celebrar tantas hazañas acompañadas de su afición, como hubiera sido soñado.

Y esta temporada, la Lugañene sigue emitiendo muy buenas sensaciones y su nivel no ha bajado en exceso, pero se ha topado con una embarcación oriotarra desbocada, que también lo gana prácticamente todo. En Gipuzkoa, los clubes suelen apostar por proyectos a medio o largo plazo y, en el caso de las oriotarras, su éxito ha llegado ahora, eclipsando en muchos momentos a las de Juan Mari Etxabe. De hecho, Arraun Lagunak se ha llevado dos banderas en una campaña en la que han terminado segundas.

El jueves se encontraron un año más en un escenario ambiguo. Y es que siempre gusta bogar en La Concha, el campo de regateo soñado por muchas remeras, más si eres donostiarra. Pero, al igual que desde hace algunos años, compitieron con esa sensación de injusticia, de rabia por tener que ganarse un billete que consideran suyo de antemano. Quizás espoleadas por todas esas sensaciones o, simplemente, por su potencial, hicieron el mejor tiempo, lo que es todo un aviso a navegantes, un mensaje de que llegan a La Concha en un gran momento porque este año quieren repetir un triunfo que, esta vez sí, se pueda celebrar en el Puerto con la afición. En ese sentido, el destino y el remo les deben una.