Juan Mari Etxabe: «Hace meses muchos creían que íbamos a bajar; no será así»

El oiartzuarra afronta su segunda campaña al frente de una Erreka que ha perdido veinte remeros en dos años.

- ¿Cómo plantean el verano?

- Cuando empezamos a entrenar en noviembre solo nos quedaban cinco remeros. Han debido subir al primer equipo, sí o sí, siete chavales de la segunda traineras, saltándose fases de lo que debía haber sido una transición natural. El equipo ha trabajado muy bien, todas las regatas hemos ido de menos a más, y el domingo nos vimos a 28 segundos del ganador, a 15 segundos de Donostiarra y por delante de San Pedro. No se nos puede pedir más a estas alturas y creo que daremos un saltito cuando el equipo se crea que puede pelear con el resto de la ACT.

- Les ha salvado la cantera.

- Así suele ser en un club como el nuestro. Tenemos la B llena de chavalitos que trabajan con ilusión. Ha sido un trabajo de todos: directiva, médico, preparador y los chavales, que han dado ese paso. Hace unos meses muchos pensaban que San Juan era candidato fijo a bajar. Los números nos dicen que estaban equivocados y el equipo se muestra cada vez más convencido. Si otros no pensaban que pasarían apuros, nosotros tampoco.

- No les ha temblado el pulso al recurrir a remeros muy jóvenes.

- El año pasado estuvieron ganando algunas regatas en la tercera división, y lo lógico habría sido que subieran uno o dos remeros al primer equipo. Por circunstancias han pasado más, y el salto es grande. Si conseguimos el objetivo, habrá sido un temporadón y un salto cualitativo impresionante para los remeros. Comenzamos en la regata de Donostia a un minuto y pico del primero, que fue un desastre, pero había que hacerlo y dimos la cara. Luego fuimos a más en Mutriku, Ondarroa y Lekeitio, hasta llegar en nuestra regata a 28 segundos de Urdaibai. Es para estar contentos. Y si bajamos, que no ocurrirá, lo haremos con la cabeza alta. Si nos tienen que hundir, les va a costar echarnos para abajo. Pese a todo tenemos raza e ilusión para pelear por la segunda tanda.

- ¿A quiénes ve en esa pugna?

- Desde el inicio yo he metido a Kaiku, Tirán, San Pedro y nosotros, pero habrá que ver cuánto andan los demás. Dicen que Cabo va mucho, pero habrá que verles. Como a Ondarroa, que últimamente ha estado más escondido. También pueden marcar mucho el inicio con la contrarreloj en Bilbao y la segunda regata en Portugalete. Son dos días muy peligrosos si no aciertas y no te acompaña la fortuna. Si sales airoso de ahí, se te alegra la cara.

- ¿Hasta qué punto incide en lo psicológico teniendo en cuenta la inexperiencia de su Erreka?

- Entre los remeros con más tiempo en la ACT y yo estamos insistiendo en eso, aunque los jóvenes van a darlo todo por la ilusión con la que vienen. El grupo está muy enchufado. Estoy encantado con el vestuario. Hemos hecho un invierno muy duro y nadie ha rechistado. Si tenemos algún resultado negativo, creo que no nos van a hundir sino que, en todo caso, nos unirán más.

- ¿El pueblo es consciente de que les va a tocar sufrir y las alegrías las darán las bateleras?

- No es algo de este año, sino que viene de antes. Somos un club modesto, trabajando en la cantera. No tenemos medios para competir con los galácticos. Las chavalas llevan cuatro años dándonos esas alegrías. El pueblo quizá haya estado más desilusionado durante el invierno, pero ahora cree más en nosotros.

- ¿Analizan por qué tanta baja?

- Cuando llegué, el primer año se fueron siete y en este, trece. Son veinte personas las que se han ido pero mantenemos dos equipos. Siempre me quedo con lo que hay, sin perder el tiempo en lamentaciones. Algunos se habrán ido porque tenían ofertas y otros lo han dejado. Se oyen muchas cosas, pero a mí nadie me ha dicho nada a la cara, aunque se han quejado de todo.

- ¿Ser novenos este año equivaldría a ganar la liga con Castro?

- Creo que sí, porque equipos como Castro en su día son los que tienen que ganar. ¿O es que en fútbol va a ganar la Liga la Real? Lo puede hacer, pero se deberían dar muchas carambolas. Un noveno sería un buen puesto para San Juan.

- Castro, como otros clubes, bajó cuando se le agotó el dinero...

- Así es. A nosotros todos los años se nos va gente y seguimos con tres traineras. Es motivo de alegría en el club y en el pueblo. Tenemos muchos chavales en las categorías inferiores, se logran cosas en bateles y trainerillas... No se nos puede pedir más que trabajo y paciencia. Y cuando venga una remesa buena, estaremos más arriba. Yo salgo en las fotos, pero hay un trabajo detrás, desde el taller a las categorías inferiores. No se ve pero es lo que nos permite mantenernos aquí.