Hibaika ya es un clásico en aguas de La Concha

Hibaika estará de nuevo en La Concha y bogará por décima edición consecutiva, algo que sólo había conseguido la inolvidable San Juan con sus bateleras. Las de Errenteria, de hecho, son el único bote que ha competido en Donostia desde 2013. La Madalen ya es un clásico.

Llega a Donostia con el ascenso a la Liga Euskotren consumado y con un año notable en el que también ha logrado imponerse en varias ocasiones a su mayor rival, Hondarribia. Con Iñaki Mendizabal al frente, se ha conseguido un ascenso directo a una categoría que añoraban desde que descendiesen en 2017. Fue entonces cuando se miró de manera decidida a la cantera y se apostó por gente joven y de la casa, una receta que se ha cocinado a fuego lento, pero que ha terminado dando buenos resultados.

Como decíamos, este es un escenario de sobra conocido para las de Errenteria y su cuarto puesto en la clasificatoria habla por sí solo de que conforman un bote competitivo. Su objetivo puede estar en lograr meterse en la tanda de honor el segundo domingo.

Tienen un plantel formado por muchas remeras de la casa y de una insultante juventud (excepción hecha de la veterana Nerea Orena, que tiene 41 años). Aún no está al nivel al que estuvieron en la segunda mitad de la pasada década, en la que las tripulantes de la Madalen le disputaban prácticamente todos los años la bandera a las bateleras de San Juan, pero seguro que no serán un convidado de piedra en los dos domingos más importantes del calendario arraunlari.

Saldrán sin presión y con la ilusión de superar el sexto puesto de la pasada campaña. En las calles y en los espigones del muelle contarán, a buen seguro, con la ruidosa afición de Errenteria, que acostumbra a desplazarse en masa hasta la capital donostiarra para disfrutar de la mejor jornada de remo de toda la temporada.