Orio: Todas las miradas están puestas en ellas

Son las grandes favoritas, porque han dominado con puño de hierro a lo largo de toda la campaña en la Liga Euskotren. Suman doce victorias en catorce regatas, a las que habría que sumar el Campeonato de Gipuzkoa, que también fue para ellas. La oriotarra es una trainera acostumbrada a ganar y que llega a Donostia con intención de seguir dando alegrías a una parroquia siempre animosa y que nunca falla en Donostia. No marcaron el mejor tiempo el jueves, pero su remera Nagore Urdanpilleta ya avisaba en la misma rampa del Puerto: «El domingo será otra cosa».

Y el domingo quieren poner los cimientos del triunfo del próximo domingo. El año pasado, vieron muy de cerca cómo Arraun Lagunak se llevaba, quizás por detalles, La Concha y, sobre todo la Liga (sumaron los mismos puntos, pero los seis triunfos de las donostiarras decantaron la balanza frente a los cinco de las oriotarras). Probablemente ese punto de desilusión, más teniendo en cuenta que venían de dos años triunfales, conllevó algunas decisiones al final de temporada, pero en el club entendieron que, aunque podían cambiar los nombres, no debían alterar la hoja de ruta ni la idea. El de Orio es un proyecto cocinado a fuego lento, con grandes dosis de paciencia y sin prisas y, ahora, de nuevo, ha explotado a base de triunfos.

Y lo ha hecho tras un proceso de reconstrucción, con cambio de entrenador (Patxi Francés llegó a Orio tras ascender con Tolosaldea) y nueve bajas en sus tostas, muchas más de las esperadas en un principio. Asumieron el golpe y no tuvieron dudas, miraron a la cantera y, cuando hubo que fichar, buscaron un perfil de remera con hambre de títulos.

Esa transformación parece haber dado muy buenos resultados y sus integrantes han ensamblado una de esas tripulaciones que están llamadas a marcar una época. Para ellas, su nueva historia comienza mañana.