Un momento de los trabajos de desmontaje y traslado de la escultura de La Paloma de la Paz, realizados en diciembre.

Los cuentos de la Paloma

Luz Miranda recupera los trabajos del concurso de 1990 sobre la escultura

CRISTINA TURRAU

Domingo, 11 de enero 2015, 08:38

Ha sido desmontada y trasladada a unos talleres de Errenteria desde donde 'volará' a La Zurriola. Es la escultura de la Paloma de la Paz, de Néstor Basterretxea, que se inauguró en 1988 en el citado paseo. Para dejar paso a la obra del Kursaal, en 1993 se trasladó a la rotonda del estadio de Anoeta, en la plaza de Aita Donostia. En esta ubicación acogió numerosas manifestaciones contra ETA. El pasado 11 de diciembre voló a los locales de la empresa Vitripol de Errenteria, donde será restaurada, desde donde volverá a una zona de Zurriola aún sin determinar. El traslado no ha estado exento de polémica, como pudo verse en el pleno municipal de hace unas semanas en el que se decidió su ubicación.

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  • 1988.

  • El 21 de diciembre de 1988 se inauguró la escultura de la Paloma de la Paz en el paseo de La Zurriola.

  • 1990.

  • Se falla el concurso de cuentos 'La Paloma de la Paz'.

  • 1993.

  • Se traslada la Paloma de la Paz desde la Zurriola para ocupar la rotonda del estadio de Anoeta .

  • 2014.

  • El 10 de diciembre de 2014 se desmonta la escultura y se traslada a Errenteria para su rehabilitación. De ahí irá a Sagüés.

En medio de este debate, y para poner un poco de 'luz', la que fuera directora del Club de Arte Catalina de Erauso, Luz Miranda, ha recuperado las obras del concurso que convocó en 1990 para niños y niñas de la ciudad, con el objetivo de acercar y dar a conocer entre los más jóvenes la escultura de Néstor Basterretxea. «Mi idea fue que los niños se fijaran, observaran y analizaran monumentos que teníamos en la ciudad», relata. «Se me ocurrió que un buen ejemplo era la Paloma de la Paz de Néstor Basterretxea».

Fue un concurso convocado por el Club de Arte Catalina de Erauso para niños y niñas de 6 a 14 años. Participaron 204 cuentos, procedentes de San Sebastián y de distintas localidades del territorio. Eran trabajos en euskera y castellano y les pedíamos que añadieran dibujos. La empresa Gurelesa patrocinó el concurso».

Gran imaginación

Como siempre, los niños manifestaron una imaginación desbordante. «Hubo niños que imaginaron a Néstor como el novio de una paloma o como un señor mayor que la visitaba y le hablaba. Muchos incluyeron en el cuento al autor de la escultura».

Paula tenía 6 años cuando presentó su trabajo manuscrito al concurso. «Una paloma ha venido despacio y no tiene amigos. Ha venido a buscar amigos. Le mataron y le hicieron una estatua. Vino un flaustista y empezó a volar detrás de él. El flautista le dijo dónde había agua y amigos. En seguida encontró muchos amigos. Esos amigos que encontró también estaban buscando un sitio para dormir. Con esa paloma buscaron un nido. Hacía mucho frío. Hacía tormenta. Cuando paró de llover, se levantaron de la cama. El más mayor preparó el desayuno. Comieron felices y este cuento se ha acabado».

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El cuento, con delicados dibujos, se llevó el segundo premio en la categoría de 6 años.

'La paloma Mari Paz' es el título del que presentó Adán P., que se llevó el primer premio en la categoría de 9 y 10 años. «Había una vez una paloma llamada Mari Paz. Vivía en un palomar, con otras muchas palomas parecidas a ella». Asi comienza. A aquel palomar llegó un día una paloma herida, procedente de un país en guerra. Las palomas le ayudaron y cuando sanó, algunas emprendieron el vuelo con ella. Encontraron países en guerra y decidieron intervenir: «Algunas decían: 'morderemos las balas'. 'No. Nos romperíamos el pico', respondían otras. 'Ya lo sé', dijo Mari Paz. 'Lo que haremos será que cada paloma se pondrá en la punta de cada escopeta y así no podrán disparar y parará la guerra'. Eso se hizo. (...) Mari Paz ha venido a vivir a San Sebastián, en donde hay mucho trabajo y Néstor Basterretxea le ha dado un nido muy bonito al lado del mar».

El primer premio, en la categoría de 6 años, se lo llevó Guiomar. Comenzaba así su cuento: «Érase una vez una palomita que se divertía mucho viendo jugar a los niños. Pero había unos señores malos que no la querían y le tiraban piedras. Palomita voló hacia los niños que eran sus amigos y se reían cuando la veían volar. Pero Palomita estaba un poco sola y un día... llegó un Palomito y ¿sabéis lo que pasó? Pues que se quisieron mucho y se casaron y a los niños les encantó».

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Ariadne escribió sobre una paloma muy buena, que no tenía nombre. «Todos le querían menos los habitantes de un pueblecito pequeño. Pensó en viajar a ese pueblecito (...) Cuando llegó, todos le empezaron a tirar piedras. La paloma les dijo: 'Vengo a deciros que tenéis que ser más buenos'». Aceptaron. «La paloma estaba muy contenta por dos cosas. Una, porque ya eran buenos. Y, segunda, porque le habían puesto nombre. ¿Sabéis qué nombre le pusieron? La paloma de la Paz».

'Pakearen Usoa' tituló Maider I. su cuento. Así empezaba: «Kaixo lagunok, hemen nago ni, Donostia izeneko herri zoragarri honetan jendeari pakea ematen, edo beintzat salatzen». Y termina: «Noizbait Donostiara bazatoz joan zaitez nire irudia ikustera eta kalean oso zuri bat ikusten baduzu, jakin zazu ni naizela eta zure laguna izango naizela».

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