
AINGERU MUNGUÍA
Miércoles, 11 de febrero 2015, 00:18
El lugar donde el alcalde Juan Karlos Izagirre quiere colocar la Paloma de la Paz está pegado a la parcela en la que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad prevé la construcción de un hotel como remate urbanístico de Sagüés. La revelación de que el gobierno municipal pretende ubicar en Semana Santa, a mes y medio de las elecciones, la escultura de Nestor Basterretxea en este punto y dejar para otoño la urbanización de todo el entorno con un coste de 800.000 euros ha caldeado los ánimos de la corporación municipal. La oposición acusó ayer al gobierno municipal de utilizar el monumento para sus intereses electorales, recordó que el Pleno ha rechazado esta ubicación y consideró que «los caprichos de Izagirre le pueden salir caros a la ciudad».
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