E. VALLEJO
Miércoles, 8 de abril 2015, 08:58
Qué ocurrirá con el paso subterráneo que une Carlos I, con la calle Eustasio Amilibia era otra de las dudas que se cernían sobre el proyecto. Hacerlo desaparecer o convertirlo en un aparcamiento para bicicletas. Las dos opciones estaban sobre la balanza y parece que el departamento de Movilidad del Ayuntamiento ya ha tomado una decisión que beneficiará a los ciclistas amaratarras.
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Según ha podido saber DV, una vez que finalicen las obras en Carlos I se pondrá en marcha el acondicionamiento del pasadizo cuya nueva imagen poco tendrá que ver con la que se conoce. El aspecto lúgubre y que inspira poca confianza se convertirá en una «más amable» al aclarar el tono de las paredes y modificar la iluminación del interior.Se mantendrán los accesos por ambos lados, pero con unas puertas traslúcidas que delimitarán el espacio al que sólo podrán acceder las 98 personas que dispongan de un aparcamiento.
En función del número de vecinos que quieran contar con un espacio para su bicicleta se valorará cómo hacer el reparto de las plazas, cuyo alquiler rondará los cinco euros al mes y podrán acceder al recinto con una tarjeta.
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