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Los efectos del aleteo de la 'Paloma'

Los efectos del aleteo de la 'Paloma'

La plaza Aita Donostia estará presidida por cinco olivos, cantos rodados y flores que variarán en función de las estaciones

ESTRELLA VALLEJO

Jueves, 16 de abril 2015, 19:14

Tres semanas. Es lo que le queda a la 'Paloma de la Paz' para retomar lo que parece ser su último vuelo. Durante dos décadas presidiendo la plaza Aita Donostia, la escultura de Néstor Basterretxea llegó a convertirse en un emblema tanto político como estético para muchos donostiarras. Tras retirarla al taller Vitripol de Errenteria, donde tuvo que ser reparada, aguarda ahora en un espacio municipal «a coste cero» a que llegue el 30 de abril, fecha prevista para su traslado definitivo a Sagüés.

Pero la instalación de la 'Paloma' será la guinda de un pastel que ya ha empezado a moldearse. La jaula de baloncesto situada al final de Sagüés presenció el martes el inicio de la retirada de las canastas, porterías y vallas que la integran. Esta pista multideporte, que estará rodeada por un graderío, se desplazará unos metros hasta quedar ubicada junto a los juegos infantiles, donde se considera que «supondrá una mejoría por la compatibilidad de los usos». De esta manera, la zona final quedará liberada para la colocación de una 'Paloma' que completará el tercer eje al quedar alineada con 'El Peine del Viento' de Eduardo Chillida y la 'Construcción Vacía' de Oteiza, «sin hipotecar posibles actuaciones futuras en Sagüés o en el paseo final de Ulia», señalan desde el Ayuntamiento en relación al hotel previsto en el Plan General o la pasarela de Monpas.

Zona fitness

Los juegos infantiles y la pista multideporte compartirán espacio con un área fitness en la que se incluirá una docena de aparatos para realizar ejercicio físico. Esta zona estará compuesta por una espaldera doble de dos metros y medio de altura para «desarrollar la musculatura abdominal así como la flexibilidad del cuerpo», cuyo uso no estará permitido para los menores de quince años.

La misma restricción de edad tendrá la mayoría de las máquinas. Las barras paralelas, con una altura de 1,63 metros, servirán para ejercitar la «fuerza y la resistencia de los brazos y el tronco superior», y las barras de elevación presentarán una altura de poco más de dos metros «con el objetivo de fortalecer brazos y pectorales». A este conjunto de aparatos se le sumarán unas barras a dos alturas para hacer flexiones, un banco para trabajar los abdominales y dos bicicletas estáticas.

Al margen del recinto, pero comprendido en lo que se denominará la zona fitness, se construirá un área de mantenimiento compuesta por 19 módulos de ejercitación dispuestos sobre una estructura de postes, con dos carteles amplios en los que se explican los ejercicios más básicos que se pueden realizar con estos módulos y las limitaciones y normas de uso. «Está pensado para personas que desarrollan una baja actividad física y que, con estos ejercicios, van a mantener y mejorar sus capacidades articulares y musculares sin la necesidad de realizar esfuerzos físicos importantes», detallan fuentes del Ayuntamiento.

La nueva ubicación de la jaula y la zona fitness obligará a desplazar y girar ligeramente la pista de patinaje -donde también se realizan los conciertos de Semana Grande- que mantendrá las mismas proporciones que la actual. Cuentan con tres semanas para llevar a cabo el acondicionamiento completo de esta primera fase, es decir, la reconversión del espacio deportivo y la colocación de la escultura de nueve metros de altura y catorce toneladas de peso, por lo que contemplan tenerlo terminado para final de mes, con posibilidad de que se retrase hasta el 2 de mayo.

Los trabajos correspondientes a la segunda fase arrancarán en otoño y consistirán en la urbanización de la zona en la que se sitúe la 'Paloma de la Paz'. De acuerdo con el proyecto presentado por los arquitectos Aizpea Lazkano y Carlos Abadías, la reubicación de la 'Paloma de la Paz', plantea una intervención urbanística sobre una superficie de unos 2.000 metros cuadrados. La escultura se situaría a menos cuarenta o cincuenta centímetros de cota respecto al suelo, como una forma de «acercarla más al mar».

Además, un tramo del pretil se sustituiría por una celosía que permitiera la entrada del oleaje cuando hubiese marea alta, «con el 'Peine del Viento' como referencia». Las previsiones del gobierno municipal donostiarra pasan por sacar a licitación las obras de remodelación de la zona a finales de este mes y, tras proceder a su adjudicación en mayo o junio, comenzar con las obras en septiembre. Unas obras que en su conjunto supondrán un coste cercano a los 800.000 euros entre las dos fases.

Flores en Aita Donostia

Desde diciembre, la plaza Aita Donostia perdió el símbolo por el que los donostiarras la conocían: la de la 'Paloma de la Paz'. El centro de la rotonda quedó vacío y, una vez tomada la decisión final de reubicar la obra del escultor bermeotarra, toca dotarle a dicho espacio de un nueva imagen que, tal y como adelantó DV, consistirá en trabajos de jardinería que se iniciarán en breve.

Un amplio césped bordeará las nuevas plantaciones. Cinco olivos, uno en el centro y los otros cuatro distribuidos alrededor, «darán entidad a la rotonda, que quedará muy colorida», explicó la concejala de Infraestructuras, Nora Galparsoro. Los espacios entre los árboles, que «no son de gran porte pero al ir plantados sobre un montículo, al igual que la 'Paloma', van a estar a cierta altura» se combinarán con una zona de gravilla o canto rodado «que funciona como base del tapiz, de color claro y que aportará un mayor contraste entre el césped y los olivos, que se suavizará con la vegetación que se modificará en función de la época del año. En invierno se optará por narcisos y crocus holandés, mientras que para la época estival la selección será más variada: amapolas de California, asfódelos, Layias platyglossas, campanillas azules y lirios de agua.

La concejala dice ser consciente del cambio de hábito visual que supone para los vecinos de Amara, en particular, y para los donostiarras, en general. «Es cierto que la escultura llevaba muchos años en el barrio y por eso es normal que al principio se haga raro no verla, pero esperemos que el nuevo proyecto guste al vecindario».

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