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En el camino de Oialume, Eva con unas cuantes de sus creaciones. Libros, muchos libros y un macho cabrío. LUSA
«Ajá, soy una 'material girl'. Vivo en un mundo de materiales. Manipulables»

Ciudadanos

«Ajá, soy una 'material girl'. Vivo en un mundo de materiales. Manipulables»

Eva Rodríguez Muñoz ·

Acabados de Artes Gráficas. Libros de Artista. Cajas. Estuches. Troquelados

Begoña del Teso

San Sebastián

Domingo, 24 de marzo 2024, 08:19

Gil de Vert S.L. Petacas. Encuadernación especial. Cajas. Estuches. Carpetas. Maletines. Cartelería. Calendarios. En el paseo de Oialume. En una nave de 500 metros. No, no hay un señor Gil al mando. Ni nadie que se apellide De Vert. Son cuatro damas de las artes y las mañas gráficas, Eva Rodríguez, Lurdes Uranga, Ana Coro Rincón, Mari Carmen Ramirez. No, no imprimen. Acaban. Añadiendo valor sorprendente a archivadores y cartas de vinos. Sí, Eva presidió durante un tiempo largo Arteliburu21, la asociación con sede en Buenavista cuyo afán es conocer, estudiar, experimentar, producir y difundir las artes y oficios del libro en general. Sí, en Gil de Vert crearon el 'Brebario' del que hace poco hablaron en DV los arquitectos poetas de Ahiku.

– Así que no existe un señor Gil de Vert. Entonces vuestro nombre será una variación del de la empresa alemana que en 1914 creó la 'Original Platen Press', famosa por su mecanismo de alimentación de papel automático como un molino de viento.

– ¿Te refieres a la compañía Heidelberger Druckmaschinen? Pues no, tampoco. Eso sí, te juro que antes de ese inexistente señor Don Gil hubo un señor de carne y hueso llamado Gabriel Abellán, alias 'Gavilán', y mucho antes un caballero francés, también real llamado Edmundo Renard...

«Digamos que mi trabajo de fin de grado en el Taller de Artes y Oficios de Merkatuzar fue atrapar la esencia de los libros y encerrarla en frasco pequeño, como un buen perfume. ¿Cómo lo hice? Cogí un puñado de letras y las metí en una botella que introduje en un tomo vaciado por dentro»

– Aclaremos todo eso, por favor. No es mal nombre Edmundo. Como Edmundo Dantes, 'El Conde de Montecristo'.

– Monsieur Renard fundó esta empresa en 1905, tras haber obtenido una licencia para trabajar en las artes gráficas. En 1992 la compañía pasa a manos de Gabriel que, amante del teatro, tanto del clásico como del moderno, decide ponerle el nombre del primer personaje travestido de la escena de enredo española...

– ¿Me estás diciendo que vuestra empresa, llamémosla 'de embalajes' tomó su nombre de...?!

– Justo, de 'Don Gil de las calzas verdes', la comedia de Tirso de Molina estrenada en 1615 donde se intenta recuperar el honor de una dama, Juana de nombre, quien, según cuentan en la edición de Castiella, se encuentra 'desesperada, cruzados todos los límites'. La conocemos a las puertas de una ciudad ajena, Madrid, tras haber sido abandonada por un amante sin escrúpulos.

– Santo cielo. Y todo eso en el número 31 de un paseo que lleva el nombre de una famosa sidrería y recuerda a un no menos famoso poema de Allan Poe.

– Cierto, la sidrería es Oialume y los versos de Poe ('A solas con mi alma, recorría avenida titánica y oscura de fúnebres cipreses...') se titulan 'Ulalume'. Es el misterio de las palabras. De las letras, ¿quién, cómo, por qué, en dos mundos tan dispares y lejanos se juntaron de tal manera que formaron un nombre tan parecido?

– Puestas a seguir en el desvarío, ya me contarás por qué tú, licenciada en Empresariales, eliges como autodefinición el título y el estribillo de uno de los grandes temas de Madonna.

– Te refieres, a 'Material Girl', ¿verdad? Pues al igual que ella yo también vivo en 'a material world'. Y me encanta. Amo los materiales. Todo. Todo lo que me sirve, nos sirve, para dar un acabado distinto, diferente, sorprendente, mágico a lo que para algunos serían cosas tan vulgares, normales o habituales como cajas, carpetas, cuadernos. Papel (especiales, claro, verjurados, sin ligninas, que son los que no amarillean...). Cuero. Cerámica. Cristal. Cuerdas. Agua. Materiales. Formulaciones extraordinarias. Encuadernacion a japonesas. Coptas. Holandesas. Redondas. Vaciadas. Texturas. ¿Cómo dirías tú que una tarjeta de visita, de presentación, va a ser efectiva, de las que se guardan?

– Pues...

– Tíralas al aire y que caigan sobre la mesa. Cierra los ojos. Tócalas. Aquella que tenga algo de relieve, que les diga algo a las yemas de tus dedos, que tenga los cantos acabados de manera extraña... esa es la que vale.

– Se nota que estudiaste Empresariales, te interesan los negocios desde la tarjeta. Tú, de acabados gráficos no tenías ni idea...

– No. Entré aquí en 1998 a través de una ETT para hacerme cargo de la campaña de calendarios del 99. Bueno, aquí no porque estábamos en Herrera. Como ves, me quedé. Y claro, tuve que aprender desde menos cero. Recuerdo que Gabriel me llevaba a todos los sitios donde tenía que encargar los materiales, el proceso de serigrafiado, la compra de máquinas. Por mi cuenta ingresé en el taller de artes y oficios de Merkatuzar en Errenteria. Con Luis Barrios aprendí muchos secretos de la encuadernación. Y entré en el mundo de los libros de artista. Sigo aprendiendo. En Eskuka. En cuanto a los negocios....

– ¿Sí?

– Pertenezco a BNI, un networking que se reúne los viernes a las 7 de la mañana para trazar líneas de colaboración entre los que otros llamarían 'la competencia'. Yo lo considero 'co-ompetencia', es decir, competencia y habilidad en cooperación. Funciona.

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