La alegría y la fiesta se adueñan de las calles

Uno sabe que está inmerso en el Carnaval porque en cualquier momento del día puede cruzarse con un superhéroe, una bruja o un tigre por la calle. ¡Incluso con el mismísimo Freddie Mercury! La magia de esta fiesta ya ha inundado de color y música las calles de Donostia, que respira espíritu carnavalero. Bastaba con ver las caras de los niños a la salida del cole, llenas de pintura y mucha ilusión por dar comienzo a un fin de semana lleno de diversión.

El pistoletazo de salida lo dieron el Jueves Gordo las comparsas en Illunbe, que lo dieron todo bailando sobre el escenario hasta casi medianoche. La diosa Momo se acostó tarde. Pero nada pudo robar la energía a los cientos de integrantes de las comparsas que ayer por la tarde se lanzaron a las calles para enseñar sus coreografías a la ciudad.

Pero antes, la Diosa Momo, Maider López, y su séquito, compuesto por Ana Gil, Mikel Núñez y Judith Sánchez, visitaron las residencias de mayores y centros hospitalarios de la ciudad para hacer partícipes de la fiesta también a aquellos que no pueden disfrutarla en las calles.

Por su parte, los haurtxokos y gaztelekus de la ciudad se hicieron responsables de que la fiesta se hiciera eco en los barrios, ofreciendo a los más pequeños cientos de actividades, fiestas de carnaval y concursos de disfraces para los que hacía falta vestirse de Harry Potter, en Egia, Martutene y Gros, o con algún atuendo relacionado con Asia, en Amara-Berri. Asimismo, se organizaron talleres para aprender a hacerse las mejores diademas de Carnaval o el maquillaje adecuado para cada disfraz. La marcha no había hecho más que empezar.

Con la caída del sol, las calles empezaron a llenarse de los carnavaleros con más ganas de música, bailes y fiesta. Desde las 18.31 horas pudieron disfrutar de todo un clásico, los animadísimos Bebés de la Bulla, que pusieron ritmo a la tarde y lograron, como cada año, que cientos de paseantes se uniesen a su recorrido por las calles de la Parte Vieja y el Centro.

Precisamente a esa misma hora, una kalejira multitudinaria, acompañada por la batucada Taupada, escoltaba a la Diosa Momo desde el Hotel de Londres hasta la calle Urdaneta, junto al Koldo Mitxelena, no sin antes pasar por varios puntos del centro. Allí le esperaba una representación de las 26 comparsas que desde hoy a las cinco de la tarde y mañana llenarán el Centro de música y bailes. Más de 800 bailarines mostraron un pequeño adelanto de lo que podrá verse esta tarde, unas coreografías ensayadas durante semanas que atrajeron la atención de cientos de curiosos.