Secciones
Servicios
Destacamos
Salieron en una foto en la tercera página de la revista Playboy con su atuendo de conejitas. Fue su éxito más sonado. Son los Bebés de la Bulla, que este 2019 cumplen 40 años de andadura repartiendo alegría y buen humor por las calles de ... la ciudad. Salieron por primera vez en los Carnavales de 1980 pero han ampliado sus desfiles y actuaciones a Semana Grande y Regatas y a numerosos eventos puntuales dentro y fuera de la ciudad. Los Bebés de la Bulla reúnen a 35 componentes, con una media de edad de 68 años y medio -cuatro de ellos tienen más de 80 años- y su receta de éxito es el buen humor. Su alegría y amistad se engrasan con las comidas o cenas de antes de los desfiles o con motivo de la elección del disfraz o de preparar las distintas parodias callejeras.
«La idea inicial se gestó entre un grupo de animosos socios de la Unión Artesana, decana de las sociedades populares donostiarras», relata Manolo García, presidente de los Bebés de la Bulla y miembro del grupo desde abril de 2002. «Al principio fue un entretenimiento, después fue tomando forma y finalmente se concretó en la creación de una fanfare humorístico musical con el nombre de Los Bebés de la Bulla».
El disfraz marcó su devenir. «Sin miedo al qué dirán, nos disfrazamos de 'señoritas de compañía' y en años sucesivos vendrían disfraces más provocativos aún», explican. «El trabajo es riguroso y metódico, con el objetivo de mejorar año a año. Y así hemos llegado hasta nuestros días. Somos creadores de nuestras parodias y realizamos las adaptaciones musicales y de coreografía que sean necesarias».
Dos de los miembros de la actual fanfare sobreviven de aquel grupo inicial del año 80. «Nos reunimos una vez al mes para plasmar y llevar adelante nuestros proyectos. Las decisiones se toman por mayoría entre los miembros de la fanfare y la junta directiva se ocupa de impulsar todos los proyectos».,
Octubre es el mes en el que se elige el disfraz. «A partir de entonces nos enfrascamos en la preparación de todos los detalles del Carnaval, como son el vestuario y sus complementos, música y coreografía, carro, recorridos, etc».
Entre sus disfraces, el de Caperucitas, jponesas, tirolesas, griegos, masais, Policía Montada del Canadá, bailarinas de ballet, bailarinas de cancán, chulapas madrileñas, cabaretereras, bebés o personajes del musical Grease, tema de los Carnavales de este año. «Han sido numerosos los premios al ingenio y buen humor que hemos recibido a lo largo de estos años, pero el mejor premio es el que nos concede el público que nos espera en las esquinas y que participa de nuestra música, de nuestros bailes y de nuestras parodias», dicen desde la fanfare.
Hasta el año 2001 desfilaron en la tradicional comparsa del Carnaval, «pero nuestra forma de actuar, cantar y de bailar requerían otro tipo de desfile», dicen. «Nos parábamos, hablábamos con la gente... así que desde el año 2002, y de acuerdo con Donostia Kultura Festak actuamos por libre, principalmente en la Parte Vieja, aunque uno de los días de Carnaval hacemos una escapada hasta la calle Reyes Católicos, todo ello sin olvidar las imprescindibles visitas a los Centros de la Tercera Edad, Txara II y Zorroaga».
Siempre llevan música en vivo, en los últimos años con la banda Beti Bogan. En función del disfraz, eligen temas musicales y los adaptan a su estilo. «Con nuestro disfraz de bomberas cantábamos 'La manguera donde está...'. Cuando enfermeras cantábamos 'Las chicas de la Cruz Roja' y en el homenaje a Lina Morgan, 'Gracias por venir...'.Nos gusta seleccionar algunos bailes de moda cuya coreografía pueda adaptarse fácilmente a nuestro estilo y los incorporamos a nuestro repertorio y se mantienen por unos años. Entre las últimas piezas seleccionadas están 'YMCA', 'El Serrucho', 'A quién le importa' y no puede faltar 'Paquito Chocolatero'».
Es tradicional su Cena del Pollo en Carnavales y su premio Bebé de Oro, instaurado, en 2002, que premia a personas o entidades destacadas por su aportación a los carnavales donostiarras. En 2017, el Dios Momo y su séquito fueran representados por Los Bebés de la Bulla. El Dios Momo fue Manolo García y su séquito, Carlos Andrés, Carlos Espolosín y Montxo Ruiz.
Manolo García se incorporó a Los Bebés de la Bulla en el 2002. «Ese año les seguí durante todo su recorrido y al terminar los Carnavales no pude aguantar más y de la mano de un gran amigo me incorporé al equipo», relata. «En los Bebés he encontrado un gran grupo humano. Cada uno, con su forma de ser y de pensar, pero, cuando de los Bebés se trata, todos remamos en la misma dirección».
Fue elegido presidente en 2013, «y ahí sigo, aunque habrá que ir pensando en dejar paso a nuevas generaciones», dice sonriente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.