La estación de Atotxa en Donostia, la primera que podrá recibir trenes de alta velocidad, avanza poco a poco su remodelación, iniciada hace seis meses. Los trabajos previos en el exterior antes de ocupar el edificio continúan y no será hasta «mediados de ... 2022» cuando los viajeros verán trastocada su rutina, al tener que utilizar el apeadero provisional que se habilitará del lado de Tabakalera, para poder acometer la renovación del edificio principal de la estación.
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Esta infraestructura, adjudicada por 66,4 millones (sin IVA) -80,4 millones- a la UTE Moyua, Comsa, S.A.U. y Cycasa, deberá estar finalizada dentro de tres años, enero de 2024, en el límite de la fecha imposible (2023) que el Gobierno central preserva para finalizar la Y vasca cuando ni siquiera ha redactado los proyectos de acceso a Bilbao y Vitoria. En los últimos presupuestos ese plazo ya se estira hasta 2026. El tramo guipuzcoano es el único que puede concluir en fecha. No solo por haber comenzado ya la reforma de la estación, que a diferencia de las otras no es soterrada, sino también por los trabajos avanzados en el enlace del nuevo trazado con el convencional en Astigarraga, y la previsión de que el tercer hilo que permitirá circular por ancho UIC desde la capital guipuzcoana hasta la frontera en Irun se completará para entonces tras desatascarse el escollo administrativo de Gaintxurizketa.
80,4 millones de euros es el presupuesto de adjudicación, IVA incluido, de la infraestructura
2024 En el arranque de ese año debe concluir la obra de la estación de Atotxa
La obra en la estación de Atotxa, que reformará y ampliará su espacio interior con nuevos accesos y pasillos de tránsito y reordenará los andenes para el tráfico de alta velocidad, larga distancia convencional y Cercanías, está en marcha desde julio de 2020. Hasta ahora, según informan fuentes de Euskal Trenbide Sarea, el movimiento de operarios y máquinas está en el exterior. Se han instalado las casetas de obra, desviado los servicios municipales en la calle Mundaiz y preparado el espacio para el «trazado provisional del ferrocarril». Y es que la remodelación del edificio principal obligará a trasladar a la parte trasera, la más próxima a Egia, las circulaciones de trenes y el tráfico de viajeros que contarán con ese apeadero provisional a partir del próximo año.
También se están desviando servicios de la red de Iberdrola y Telefónica para cerrar el pasadizo subterráneo de Egia y habilitar otra pasarela metálica y el ascensor que servirá de paso temporal, desde el Hotel Terminus al pasadizo junto al edificio de la calle Duque de Mandas 38-40. Ese camino estará operativo mientras duren los trabajos en la infraestructura y tenga que estar cerrado el paso inferior. El conocido como pasadizo de Egia perderá varios metros cuando finalicen los trabajos, ya que la nueva estación contará con una entrada directa desde la plaza Néstor Basterretxea que se ampliará hasta los 7.400 metros cuadrados a costa del túnel en el lateral de Tabakalera.
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El cierre del edificio principal el próximo año permitirá renovar su interior para conectarlo con la ampliación que se extenderá hacia el paseo Federico García Lorca y habilitar los nuevos pasos inferiores a los andenes. La nueva estación integrará los elementos arquitectónicos actuales como la cubierta de hierro de la factoría Eiffel, el pórtico y el actual edificio principal que ganará dos alturas y se transformará para acoger un amplio vestíbulo, pasillos inferiores y accesos desde ambos lados de la terminal.
La entrada principal seguirá ubicada en el mismo lugar, pero estará conectada con un amplio pasillo que se abrirá hacia la derecha para desembocar en otro vestíbulo con servicios para los viajeros. El actual edificio servirá de acceso a los trenes de Cercanías de la línea Irun-Brinkola, que circularán por las vías situadas en los dos extremos. Y desde el nuevo, los usuarios accederán a través de pasos inferiores a los andenes centrales, entre la vía 3 a 6 adaptadas al ancho UIC con el tercer hilo, por donde circularán los trenes de Larga Distancia y Alta Velocidad.
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La obra se completará con la gran plaza exterior de 5.700 metros cuadrados sobre las vías del tren que salvará la trinchera ferroviaria y unificará Tabakalera con el Centro de la ciudad.
También avanza, tras la adjudicación del nuevo contrato, el tramo Hernani-Astigarraga que da acceso a la capital y sirve de enlace entre la nueva plataforma ferroviaria del TAV y la vía convencional. Esta segunda fase, adjudicada por 46,3 millones en julio de 2019, tiene un plazo de ejecución de 37 meses. Y hasta ahora se ha completado el 25% del contrato que incluye la construcción de dos viaductos. Este tramo es el último -más allá de la futura vía desde Astigarraga a Oiartzun- para completar el ramal guipuzcoano de la Y vasca.
El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se aferró ayer a la fecha de 2023 como escenario plausible para concluir la Y vasca, pese al retraso acumulado en los accesos a Bilbao y Vitoria, sin redactar, y a la conexión con Burgos. El diputado del PNV Iñigo Barandiaran mostró sus «serias y fundadas dudas» sobre la fecha de conclusión del TAV y recordó la exigencia de la UE de terminar antes de 2030. Ábalos no «renunció a esos plazos pese a las dificultades», con las que hace unos meses desde el propio Gobierno se miraba ya a 2026.
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