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El cedro del Líbano, con el retoño plantado ayer en primer término, y el otro ejemplar sobre el horizonte. A.M.
El árbol de 230 años de San Sebastián que se apaga: «Su situación es irreversible»

El árbol de 230 años de San Sebastián que se apaga: «Su situación es irreversible»

Cambio climático ·

El cedro del Líbano de Cristina Enea se apaga tras 230 años de vida. Parques y Jardines se va a dar unos meses para pensar qué hacer con él. Dos retoños de su especie crecen ya a su vera

Aingeru Munguía

San Sebastián

Sábado, 22 de marzo 2025, 00:12

El parque Cristina Enea guarda muchos secretos de la historia de San Sebastián y uno de ellos es el origen del impresionante cedro del Líbano presente en sus jardines desde antes de que el Duque de Mandas adquiriera la finca. Es el árbol más antiguo de la ciudad, según explica el técnico municipal Juan Mari Odriozola, y se muere. «Está seco en un 85% y es irreversible. Hemos intentado su reanimación por diferentes vías, pero su estado es irreversible». Dos ejemplares de su especie crecen ya cerca y ahora ya solo queda pensar qué hacer con él. «Nos daremos un tiempo para estudiar alternativas porque no es peligroso que continúe en el lugar».

Pese a que la web municipal indica que fue uno de los primeros ejemplares plantados en 1864 según las directrices del jardinero Pierre Ducasse, un estudio científico del árbol determinó que tiene unos 230 años y que, por tanto, es anterior a efemérides como el incendio de la ciudad de 1813.

El cedro del Líbano de Cristina Enea es el árbol más majestuoso del parque y uno de los más singulares de la ciudad, junto con la encima de Berio. Está protegido con el grado I en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y, pese a los cuidados con los que ha sido mimado en los últimos años, su decaimiento no tiene vuelta atrás. «En un 85% está seco y sin hojas dentro de un proceso natural irreversible. Se encuentra en un punto de declive muy avanzado con una esperanza máxima de dos años».

Entre las razones que explican su estado, Odriozola apunta que las olas de extremo calor de los últimos veranos han sido la puntilla, no solo para este ejemplar sino para muchos árboles maduros de su especie en todo Europa. El árbol ha sufrido un desecamiento progresivo de la copa que se inició hace 10 años. «Tienen un problema fisiológico relacionado con la transpiración. Le cuesta mucho aportar el agua que necesita porque tiene una fisiología lenta y se va secando poco a poco». El Ayuntamiento ha tratado de revertir la situación con diferentes medidas como la colocación de una capa de 'mulching' en un perímetro vallado alrededor del ejemplar para que nadie pisara sobre la superficie bajo la que crecen las raíces, se han hecho trabajos de descompactación y se ha colocado un riego específico, pero el cedro no solo no ha respondido sino que cada año se apaga más.

Estable y lleno de resina

Aunque haya comenzado su fase final, el ejemplar no es peligroso. «La madera de las coníferas es más estable que la de otras especies porque están llenas de resina y aguantan bien el ataque de insectos». Mientras se debate qué hacer con el ejemplar, en sus inmediaciones crecen ya dos retoños de la misma especie. Uno de ellos fue cedido por una persona del colegio mayor de Aiete. El otro ha sido recientemente adquirido al vivero holandés Van den Berk, junto con otras especies singulares para «ampliar la gama botánica de la ciudad», y fue ayer plantado en Cristina Enea en presencia del concejal de Mantenimiento, Carlos García.

  • Especie Cedro del Líbano (Cedrus Libani).

  • Edad 230 años.

  • Medidas 35 metros de altura y 568 metros de perímetro de copa.

  • Estado Desecamiento progresivo de la copa iniciado hace 10 años.

  • Causa Alteraciones fisiológiczas asociadas a fuertes episodios caniculares y cambio climático.

  • Esperanza de vida Dos años.

Parques y Jardines quiere abrir el debate sobre qué haber con el viejo cedro del Líbano. Una de las opciones es utilizar su madera para realizar «una obra escultórica tipo tótem». También se baraja crear con ella un parque infantil o utilizarla para diseñar un mobiliario urbano singular. El cedro del Líbano, que nadie sabe cómo llegó a la ciudad, se muere pero aún podría perdurar de alguna forma en la ciudad mientras sus retoños crecen y toman su relevo.

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