La planta baja de Pescadería acogerá a carniceros y pescateros distribuidos por un pasillo central que unirá la plaza de la Bretxa y la calle Iñigo.

Los asentadores de la Bretxa dan un apoyo casi unánime al proyecto de Pescadería

Solo dos de los 46 puestos votan en contra del traslado desde el sótano a la planta baja | Goia muestra su alegría por una decisión que «era crucial» para desatascar una operación que iniciará las primeras obras este verano

Aingeru Munguía

San Sebastián

Martes, 8 de mayo 2018, 06:44

La remodelación de la Bretxa da un paso adelante trascendental. Los asentadores (carniceros y pescateros) han votado mayoritariamente a favor de una operación, diseñada por el nuevo concesionario y apoyada por el gobierno municipal, que les subirá desde el sótano a la planta baja del edificio Pescadería, eliminará el 'tupper' de la plaza y trasladará a las caseras desde el lateral de Sarriegui hasta la fachada norte del edificio Boulevard. El alcalde, Eneko Goia, expresó ayer su alegría por esta decisión que da un empujón definitivo a un proyecto que echará a andar este verano con los primeros derribos interiores.

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La operación de transformación de la Bretxa dependía fundamentalmente de esta cuestión. Sin el apoyo de los asentadores - una avalancha de pleitos podría arruinar el proyecto- se corría el riesgo de encallar. Hasta ahora las mayores reticencias provenían de los pescateros que en el borrador inicial se quedaban en la planta sótano. Finalmente, la concesionaria Baika ha hecho un esfuerzo, ha reducido el número de puestos -amortizando los de varios empresarios que se han jubilado o han cesado su actividad- y ha reformulado su propuesta trasladando a todos los asentadores, incluidos los puestos de venta de pescado, a la planta baja del edificio Pescadería.

Se ampliará la acera de Aldamar y la calle Iñigo se peatonalizara.

Esta decisión ha sido una de las claves del apoyo casi unánime recibido por parte de los asentadores de la Bretxa. La asociación que les agrupa, formada por 46 miembros, se reunió el jueves pasado para adoptar una decisión definitiva. A la cumbre asistieron 44 empresarios: 42 votaron a favor del proyecto (91,3% del total y 95,4% de los presentes) y 2 votaron en contra. «Esto supone despejar la última incógnita y dar un espaldarazo definitivo a la nueva Bretxa», explicó el alcalde.

Ampliación del Lidl

¿Cómo será el nuevo centro comercial? La plaza será despejada y el acceso a la planta sótano (más conocido como 'tupper') será minimizado y trasladado hacia la calle Aldamar. Los asentadores del mercado (carniceros y pescateros fundamentalmente) se ubicarán en la planta baja del edificio Pescadería, con un acceso directo desde la calle (sin escaleras ni rampas), y se distribuirán a uno y otro aldo de un pasillo que conducirá desde la plaza a la calle Iñigo. Goia explicó que las caseras, hoy emplazadas en la plaza Sarriegui esquina con San Juan, será trasladadas a la plaza de la Bretxa, pegadas al edificio Boulevard. «Se trabaja ahora en un diseño para que estén en mejores condiciones, más cómodas y protegidas», añadió Goia. Se trata, en definitiva, de recuperar la plaza como ámbito de mercado, sin tener que bajar o subir escaleras.

Operación

  • Asentadores Carniceros y pescateros pasan del sótano a la planta baja del edificio Pescadería.

  • Ambulatorio Ocupará la primera y segunda planta de Pescadería (lado de Aldamar). En la otra parte de la segunda planta se habilitará una pista polideportiva.

  • Caseras Se trasladan desde Sarriegui a la plaza de la Bretxa, junto a la fachada del edificio Boulevard.

  • Plaza Se suprime el 'tupper'. Un nuevo acceso a la planta sótano, más liviano, se ubicará cerca de la calle Aldamar.

La planta sótano permitirá una ampliación del establecimiento Lidl y una mejora de almacenes, espacios de carga y descarga e instalaciones. En las plantas superiores del edificio Pescadería la distribución quedará de la siguiente forma: en la primera planta y segunda planta se ubicará, mirando a Aldamar, el nuevo ambulatorio de la Parte Vieja; mientras que orientado a San Juan se emplazarán en el primer piso espacios para la puesta en valor del producto local (talleres, catas, etc) y en el segundo se abrirá una superficie polideportiva para uso vecinal y de la ikastola Orixe.

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Otros dos pasos importantes para el arranque definitivo de la operación son la aprobación del plan especial de Bretxa, hoy pendiente del informe de evaluación ambiental, y el acuerdo Ayuntamiento-concesionaria de modificación del contrato de concesión. Este último elemento deriva de que la concesión vuelve a ganar superficie de explotación, tras haberse reducido en la anterior legislatura cuando el ejecutivo de Bildu sacó el edificio Pescadería del contrato. Fuentes municipales explicaron que en el plazo de un mes se podría presentar el acuerdo definitivo con el nuevo canon anual que deberá pagar la concesionaria al Ayuntamiento. El gobierno municipal trabaja con la previsión de que las primeras obras de derribo interior en Pescadería se inicien «este mismo verano».

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