
Ciudadanos | Iñigo Marín Arrastio
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Ciudadanos | Iñigo Marín Arrastio
«El nuestro es un bar de barra. Aún quedan unos cuantos, pero no tantos»El martes se cumplieron 50 años del día en que los padres de Iñigo, Carlos, que había sido pastelero en la mítica Maíz de Urbieta ... con San Marcial, y Modes, que había pasado décadas como peluquera en un piso de Secundino Esnaola, encima de donde ahora está el Santander, se hicieron con un bar de la calle General Arteche que ya se llamaba Ricardo. El cincuentenario se celebró por todo lo alto y todo lo sonoro. Se habían encargado 400 vasos conmemorativos y unas cuantas camisetas, se había contratado a la txaranga Elektrochufla, Antonio, el 'andaluz' del Betis de la calle Carquizano se había comprometido (y cumplió) a cortar el jamón. En hora y media se acabaron nueve barriles de cerveza y hubo que parar porque la máquina se calentaba aunque la cubrieran de hielos. El viernes, ya descansando junto a su esposa, Amaia Lekuona, en el Delta del Ebro antes de irse a las Canarias, Iñigo nos lo cuenta casi todo.
– ¿Suelta? ¿Qué quieres decir con eso de que tras la pandemia notas a la gente (más) suelta?
– Lo que te digo y lo que has escrito, más feliz, más libre, más eso... suelta. Más dispuesta a pasárselo bien. A salir, a beberse su vino, su cerveza, a tomarse su croqueta. A viajar también. A gastar, no vaya ser que pase lo que ya pasó. Mejor que nos coja, lo dicho, felices. Si te soy sincero, yo veo dos mundos muy distintos, el que aparece en los tremebundos telediarios y el que vivo a diario aquí, exceptuando los miércoles, día de descanso semanal, el 20, 21 y 22 de enero y nuestras dos quincenas de vacaciones, en junio y tras la Behobia. Aquí, en esta peatonal magnífica de La Taska, el Pagadi, el Roberto y el Bergara más la copistería Gros y los chicos de los móviles Movilclic, veo gente que toma txakoli en copa, elige entre ocho blancos diferentes y se pilla una banderilla 'Mar adentro'.
– Vamos por partes. ¿No hay competencia entre tanto bar?
– Para nada. Ya lo decía mi padre: 'Cuanto mejor le vaya al de enfrente, mejor me irá a mí'. Y más aún si, como nos pasa a nosotros, casi hemos crecido juntos (con Monty y Esteban del Bergara) y encima has conseguido, como nosotros lo hemos hecho, crear zona. Una zona a la que, ¡ay!, ya empiezan a llegar los turistas.
– ¿Te preocupa/molesta?
– Todavía no mucho. Entiendo que como pasa en los cascos históricos de tantas ciudades, la gente que aunque sea turista no es tonta, empiece a abandonarlos (es lo que hacemos nosotros cuando nos vamos de vacaciones) y busque lugares más auténticos. Retrocedieron primero a la calle Zabaleta y ahora que ya está tensionada penetran más hacia el interior. De Gros. Y del Antiguo. Y suben por Easo... Normal.
– Siguiendo por partes. ¿Banderilla/pintxo 'Mar adentro'?
– Nuestro fuerte, desde los tiempos de mis padres, son los fritos, totalmente caseros. Fríos tenemos los típicos preparados de un bar de barra de toda la vida, el huevo con mayonesa, el taco de atún. El 'Mar adentro' es precisamente eso, un pintxo marinero con cebolleta, atún, antxoa. Lo presentamos a un concurso durante un Zinemaldia y nos pidieron ponerle un nombre de película. Pues vale, la de Amenábar con Bardem.
– Ya hemos mencionado más de una vez, incluso en el titular, la expresión bar de barra. Suena francamente bien pero, por favor, expláyate.
– No hay demasiado que explicar. Hace un tiempo, ya va para bastante, la gente no se sentaba en los bares. Se quedaba, nos quedábamos, en la barra. Y no me refiero exclusivamente a los txikiteros de ronda. No, nosotros también. Nos tomábamos un par de cervezas en la barra, acaso pillábamos una gilda y nos íbamos. Al rato volvíamos. Al Txofre, por ejemplo. Los bares de barra fuera de aquí han desaparecido prácticamente en su totalidad. Aquí quedan unos cuantos: Ezkurra, Kiskurra, Donibane, Bella Easo...
– Aunque estuvimos tan a gusto en tu compañía y en la de tu gente (María, Alejandra, 'Txipi', Iker, Melvin), el martes nos acordamos mucho de tus padres. ¿Qué crees que les habría asombrado (los perdimos en el 2006 y 2021) de la evolución de nuestros usos y costumbres?
– Recuerdo que al volver al mediodía del cole (Mundaiz) y antes de las clases de la tarde, yo preparaba cafés (completos) para los obreros que trabajaban en el derribo de la plaza de toros. Eran los tiempos en que si le pedían un blanco mi padre solo preguntaba, ¿normal o especial? Ahora tengo ocho, desde Rueda a Godello. Y el txakoli lo sirvo más en copa que en vaso. Les asombraría ver que los jóvenes pagan hasta un zurito con tarjeta. Y que tras años de haberlo abandonado se ha recuperado el aperitivo de los domingos. Aquel que antes se tomaba al salir de misa.
– Habrá que hablar de La Real.
– Eso siempre. Cumplo 50 años de socio. Ni cuando hice la mili en el Ferrol, en Infantería de Marina, dejé de pertenecer al club. Con 12 años fui con mi padre a Gijón y durante 29 hemos organizado viajes siguiendo al equipo. Eran excursiones de fútbol y gastronomía. El Logroñés estaba en Primera, ¿no? Pues visita a una bodega y luego, a Las Gaunas.
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