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Y llegó el triste día D. El histórico bar Tánger de Donostia echa la persiana esta noche, coincidiendo con la clausura del Zinemaldia, tal como se había anunciado por parte de sus responsables. Clientes y festivaleros habituales se están acercando a lo largo de la jornada para despedirse de María Jesús de la Calle, su encargada durante los últimos 30 años, y el resto del personal. El local está ya vendido, según confirmó en sus redes sociales la inmobiliaria donostiarra que realizó la operación, y de momento no ha trascendido si se mantendrá la actividad hostelera en el futuro o recibirá un nuevo uso.
La noticia del cierre se hizo pública hace solo unas semanas. La propiedad del local había decidido venderlo y se ponía fin a un clásico, en la esquina de las calles Oquendo y Bengoetxea, que ha acompañado históricamente la vida ciudadana de San Sebastián. El bar Tánger era utilizado por muchos espectadores del vecino teatro Victoria Eugenia, y durante el Zinemaldia es punto de encuentro. El cierre provocó una amplia reacción en las redes sociales, como símbolo del fin de una San Sebastián. En la terraza del Tánger rodó Woody Allen y 'bar Tánger' llamó Miguel Sánchez-Ostiz una de sus novelas.
El fin del bar se suma a una larga serie de desapariciones de locales que formaban parte de la fisonomía de Donostia. La tienda Arenzana fue la anterior, pero también han cerrado solo en el último año referentes como el bar-galería Altxerri o la librería Lagun, y Erviti abandonó su espacio historico del Buen Pastor para trasladarse a la Avenida de la Libertad de San Sebastián.
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