
El belén de peluches de Loiola cumple 20 años
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Las seis vecinas que montan el singular nacimiento con 2.000 muñecos ponen punto final a la iniciativa y ofrecen los accesoriosLas próximas navidades Loiola no tendrá el singular belén que seis de sus vecinas han venido montando desde hace 20 años. «Estamos de liquidación», explica ... Pili Jauregi, alma mater de este grupo de irreverentes mujeres que lleva varias décadas llamando la atención con sus iniciativas.
La plaza Atari Eder de Loiola se ha vuelto a transformar estos días. Pero 'las Atxuak' de Loiola han decidido que esta es la última vez montan el belén y ya han contactado con diferentes personas e instituciones para adjudicar los 134 personajes y la decena de maquetas de caseríos o casetas de montaña que les han servido para decorar su composición. «Ya es hora de parar un poco. Tenemos nuestros años, nos duele aquí y allá, y esto requiere mucho tiempo y mucho trabajo», explica Pili, en compañía de Mari José Rubio, Lurdes Zúniga, Timi Martin, Coro Guerrico, Inmaculada Ramos y la ucraniana María. Hay años que en marzo empiezan a reparar, limpiar y poner al día los muñecos, que son guardados tras cada Navidad en los bajos de la iglesia del Sagrado Corazón, con la ayuda de Jon Arrieta, 'Kotela', Fernando 'El Cariñoso' y 'Parramplas'. «Solo arreglar los vestidos, sin contar la limpieza, nos lleva 200 horas. Y montar el belén nos cuesta dos fines de semana seguidos, pero antes hay que lavar toda la ropa, cepillar los muñecos…».
Todo empezó cuando les pidieron hacer un belén para el hogar del jubilado Gure Babesa que está en la plaza Atari Eder. «El primer año era pequeño y los niñpos trajeron peluches para rellenar. Tenía solo 7 figuritas. El segundo año lo pusimos en la casa de cultura y el tercero fue creciendo… hasta hoy». Los 133 personajes, la reproducción de los caseríos del barrio y los 2.000 peluches desbordan la plaza Atari Eder y llegan a la calle Zubiondo. «Un año llegamos a poner un Papa móvil, y otro un Topo...».
Como ya se conoce la liquidación, la gente ha comenzado a llevarse los muñecos. Pili Jauregi explica que todo lo han montado con elementos de segunda mano y siempre se han preocupado de que su montaje estuviera limpio. Hace poco el belén fue vandalizado y parecía más la isla de las cabezas cortadas. «Ya sabes, los chavales…». Ahora que toca retirar el campamento Coro dijo que «yo me llevaré la virgen, San José y el niño a Navarra para una amiga». La reproducción del caserío Atxiki se entregará a la última familia que vivió en él antes de su derribo y un montón de peluches se van a donar a «una oenegé que los llevará a un campo de refugiados saharauis». También han hablado «con los de la recogida de basura» para que se lleven el resto de materiales.
Las promotoras del belén no han sido multadas nunca pero su actividad no ha sido muy bien entendida por la administración municipal que para este año solo les dio permiso para ocupar «el pipi-caca de los perros», algo que han sorteado con su habitual descaro. El belén se acaba, pero las Atxuak de Loiola seguirán 'vistiendo' la escultura de la lavandera de Dora Salazar, en la plaza del mismo nombre, una iniciativa que pusieron en marcha durante la pandemia, que cuenta con la aquiescencia de la artista y que continuarán realizando «le parezca bien al Ayuntamiento o no».
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