

«Los caballos ya no pastan en Manteo»
Caldereros. ·
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Caldereros. ·
La sátira sobre la actualidad municipal impregna la llegada precarnavalera de hordas de gitanos y zíngarasHace 140 años que visitan San Sebastián con sus carromatos, lenguas vernáculas, animales salvajes, ropajes remendados y su tintineo de cascabeles y lentejuelas. Casi siglo ... y medio anunciando el Carnaval entre golpes de martillos, sartenes y panderetas. Y durante todo este tiempo se han ganado la simpatía y el respeto de los donostiarras, que cada vez acuden en mayor número a escuchar su música y cantar sus canciones.
Los Caldereros han regresado este sábado puntuales a su cita anual con mensajes satíricos y dardos envenenados hacia quienes quieran darse por aludidos. En una plaza de la Constitución repleta de gitanos y zíngaras, la Reina de la Comparsa Tradicional de Caldereros de la Hungría, Juan Antonio Antero, ha proclamado a los cuatro vientos que «Donostia tiene muchas cosas buenas pero también una bonita lista de problemas, aunque las autoridades del Ayuntamiento dicen que los van a resolver. A ver si es así». Escoltado por sus damas, Amaia e Ibon Antero, la Reina ha repasado algunas de las cuestiones que más afectan y preocupan a la ciudadanía, como «turismo, hoteles, terrazas, tráfico, metro, TAV o Basque Culinary Center», dedicando la mitad de su intervención a este último asunto.
«Gros se queda sin hierba, nuestros caballos ya no pueden pastar en Manteo y los vecinos, que se busquen la vida. El edificio que se va a construir en ese lugar, dicen que tiene como objetivo proyectar la cocina euskaldun a nivel mundial. Creo que los Caldereros en ese sentido tenemos algo que decir».
Y vaya si lo han dicho. «Las tribus están constituidas por familias o sociedades gastronómicas en las que se encuentran los mejores y más modestos cocineros de Donostia. Algunos tienen tripa y también michelines, y en las cenas que preparan en los campamentos durante el viaje hasta aquí reciben las mejores estrellas que les ofrece el firmamento. No sé si el lugar que merecen estos cocineros está en ese edificio, pero a estas personas sencillas que trabajan de forma altruista alguien les tendrá que reconocer algún día el trabajo que realizan», ha concluido Antero entre aplausos.
Las palabras han dejado paso a la música, con la banda de la Escuela Municipal como protagonista de la fiesta. Con 412 componentes de 19 tribus (Aitzarte, Akelarre, Antiguotarra, Ardatza, Arrano, Artesana, Artikutza, Bare-bare, Esperanza, Euskal Billera, Gaztelubide, Herria, Kasilda, Kresala, RC Tenis, Suharri, Ur, Urgull y Zarautztarra), la Comparsa Tradicional ha pateado la Parte Vieja hasta altas horas.
También ha desfilado la Primitiva Comparsa de Caldereros de la Hungría 1884, esta vez sin caballos en cumplimiento de la Ley de Protección de los Animales Domésticos del País Vasco. Han partido desde la plaza de la Trinidad y han montado el campamento en el atrio de Santa María, donde la reina 'Maritxu de las Koxkas' (Joxean Estébanez) ha hablado ante los congregados antes de que las huestes de gitanos y zíngaras martilleara el repertorio al completo del maestro Sarriegui: 'Comparsa de Caldereros Húngaros'. 'Pasa Calle', 'Coro de Caldereros Húngaros II', 'Caldereros Húngaros en el Trabajo III (Mazurca)' y 'Canto Húngaro IV'.
Además, han cantado la pieza 'Begi Urdin Bat' y han interpretado la pieza 'Gitanos Húngaros', compuesta en el 125 aniversario de la comparsa. Por su parte, las zíngaras del grupo Zingarelle han entonado 'Noi siamo zingarelle', perteneciente a 'La Traviata' de Verdi y, como novedad, el tenor Iñigo Vilas ha deleitado al público con 'Canción Húngara', de la zarzuela 'Alma de Dios' de José Serrano. En su recorrido, han acompañado a los primitivos dos gigantes de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Irun –uno vestido de calderero y otro de zíngara–, malabaristas de fuego venidos de Iparralde y la banda de música.
«Como sabéis, kaxkariñas de mi corazón, llevamos desde 1884 componiendo la vanguardia del alegre Carnaval. 140 años, nada más y nada menos. Habrá quien piense que son muchos, pero lo realmente increíble son todos los años que nos quedan por delante engrandeciendo más si cabe la fiesta y llevando la alegría a los corazones de todos los donostiarras», ha exclamado Estébanez, quien ha mirado al cielo para recordar a Txanpi, histórico jefe de la tribu Ollagorra.
El sonido de sartenes y panderetas se ha escuchado este sábado en otros barrios de la ciudad. En Amara Berri, Egia, Herrera, Gros, Txomin Enea, Amara Viejo y Centro ha habido espacio para la diversión y momentos para la emoción. Amarako Kaldereroak ha rendido homenaje en la plaza Easo a Félix Benito, del bar Ordizia de la calle San Lorenzo, fallecido en noviembre.
Los centros escolares de Zurriola, Jakintza y Aldapeta María celebraron los Caldereros el viernes por la tarde. La comparsa de Loiola desfiló el pasado fin de semana y la del Antiguo lo hará el sábado 17.
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