Los motivos que llevan a cinco hoteles de San Sebastián al olimpo de Michelin

La Guía Michelin, una de las más prestigiosas del mundo en el ámbito gastronómico, también elabora ahora una lista de hoteles recomendados en todo el mundo. Si San Sebastián destaca internacionalmente por el número de estrellas de sus restaurantes, ahora los hoteles tampoco se quedan atrás ya que hay cinco distinguidos con la Llave Michelin.

El que logra una puntuación más alta es Akelarre, cuyo restaurante también figura desde hace años entre los mejores del mundo para la guía francesa. Así, a las tres estrellas de su cocina se suman las dos Llaves que logra el hotel del mismo nombre dirigido por Pedro Subijana. Este establecimiento, ubicado en el donostiarra monte Igeldo, es además uno de los pocos que aúna ambas distinciones, junto al Atrio de Cáceres y al pepe Vieria de Raxó.

Este hotel donostiarra tiene, según la lista publicada este lunes, dos Llaves Michelin, debido a argumentos como su «llamativa obra de arquitectura contemporánea», «su completísimo spa» o «sus habitaciones minimalistas diseñadas con gran maestría y espectaculares vistas a la costa vasca», según señalan los expertos de la guía. «No es que merezca la pena visitarlo: es que es casi obligado planificar una escapada ya», concluye la reseña de su web. Solamente aparecen en esta categoría doce establecimientos en España.

Una categoría por debajo, con una Llave Michelin, han sido distinguidos otros cuatro hoteles ubicados en San Sebastián: María Cristina, Villa Favorita, Nobu y Lasala Plaza. Son en total 97 los hoteles de España seleccionados con «la misión de regir el sistema de pesos y medidas en el sector de la hospitalidad» para «reconocer a los hoteles que ofrecen unas estancias excepcionales».

Estos cuatro hoteles donostiarras figuran por lo tanto en un listado exclusivo con 5.000 establecimientos en todo el mundo «para todos los estilos y presupuestos», según señala Michelin. del Hotel Lasala Plaza, la guía destaca que tiene un poco de moderno y un poco de histórico. Tras destacar su rehabilitación, sus autores explican que «puede que el lado de la bahía sea más fotogénico pero las vistas del pueblo no son nada despreciables y desde la terraza ni siquiera tienes que escoger».

Del Hotel María Cristina, la guía explica que «pese a nuestra predilección por los hoteles pequeños, extravagantes, independientes y transgresores, no podemos sino rendirnos ante el encanto de un hotel clásico y majestuoso». «No confundirás el María Cristina con un hotel de negocios anónimo, de la misma forma en que no encontrarás en él sorpresas extravagantes», añade.

Respecto al Hotel Villa Favorita, los redactores de Michelin destacan que se trata de «una villa del siglo XIX magníficamente conservada, la última de su categoría en la playa de La Concha en San Sebastián, reformada de forma meticulosa y restaurada con esmero». Además de destacar la cocina de Paulo Airaudo, sobre la decoración observan que «es una mezcla fresca de elementos contemporáneos y antiguos, con toques de azul atlántico combinados con una sobria paleta de colores neutros. Estas habitaciones no desentonarían en los hoteles de lujo de Madrid o Barcelona, pero en la costa de San Sebastián resultan extraordinarias».

De uno de los últimos hoteles surgidos con vistas a La Concha, el Nobu, la guía Michelin destaca también su oferta gastronómica y sus vistas: «las 17 habitaciones combinan el minimalismo japonés moderno característico de la marca con comodidades de lujo contemporáneo, detalles locales y, en muchos casos, terrazas con vistas al mar».

Solamente hay un hotel vasco más en esta lista de una Llave Michelin, el Marqués de Riscal de Elciego (Álava). Mientras que la categoría más exclusiva, la de tres Llaves Michelin, está conformada por solo cinco establecimientos:

Los criterios que señala Michelin para este listado de mejores hoteles son los siguientes: «la excelencia en la arquitectura y el diseño interior, la calidad y coherencia del servicio, la personalidad y el carácter general, su relación calidad-precio y la contribución significativa a su barrio o entorno».