Dos de los edificios en construcción en el nuevo barrio.

San Sebastián

Ciudad Jardín avanza en su transformación

La urbanización del futuro barrio donostiarra arranca en julio y durará dos años mientras los primeros edificios de viviendas ya dejan ver su estructura

DV

San Sebastián

Sábado, 1 de junio 2024, 08:57

La transformación de Ciudad Jardín, en Loiola, avanza a buen ritmo. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de San Sebastián prevé adjudicar el próximo martes ... las obras de urbanización del nuevo barrio, que arrancan en julio, durarán dos años y tienen un presupuesto de casi 13 millones de euros. Entretanto, la construcción de las viviendas sigue su curso y ya se puede ver la estructura de los primeros edificios levantados.

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La UTE Ciudad Jardín, formada por Urbycolan y Gailur Taldea Eraikuntzak, será la encargada de acometer la regeneración del ámbito a pie de calle. Según explica la concejala de Planificación Urbanística y Vivienda, Nekane Arzallus (PNV), se creará un nuevo vial o calle con calzada entre la Travesía de Loiola y la rotonda que da acceso al puente Astiñene, que será la única por donde podrán transitar los vehículos. La calle Aralar, en el tramo que discurre por Ciudad Jardín, se peatonaliza y la calle Matxiñene, el vial principal que en diagonal atraviesa el barrio entre Riberas y Loiola, será también un eje peatonal arbolado. Los coches deberán parar en este cruce con Matxiñene porque los peatones tendrán prioridad.

Uno de los problemas que ha de resolver la nueva urbanización es la inundabilidad de una zona ubicada entre las cotas 2,20 y 3 metros sobre el nivel del río, cuando el nivel de seguridad (en un periodo de retorno de 500 años) está en la cota 4,70 y 5 metros. Como no es posible elevar la cota de todo el barrio porque la Travesía de Loiola y las casas existentes tienen una cota inamovible, se ejecutará un lezón de tierras junto al río hasta la cota 5,70, con soluciones constructivas concretas para la sede del club de remo Ur Kirolak.

Una plaza y un gran parque

La generación de una plaza de 5.000 metros cuadrados frente a la casa de cultura, con un espacio cubierto incluido, será una de las claves de la urbanización, así como la eliminación de los puntos inhóspitos e inseguros del actual barrio. Se habilitará un gran parque junto al río dotado de mesas de ping pong, zona de picnic, tableros de ajedrez y aseos públicos, y se ordenarán nuevas zonas de juego para niños, jóvenes y adultos. La intervención se completará con dos nuevas canchas deportivas, un parking y amplias zonas verdes que representarán un 42% de la superficie total del ámbito. Toda la operación se realizará con tecnología BIM (Building Information Modeling), una metodología de trabajo colaborativa para la creación y gestión de proyectos de construcción cuyo objetivo es centralizar toda la información en un modelo digital creado por todos los agentes implicados.

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Fotomontaje de la futura Ciudad Jardín, con la plaza central y el boulevard que llegará hasta Riberas de Loiola. Urumea Berri

La mejor integración de Ciudad Jardín con Riberas y Loiola prefigura la creación en un futuro de las infraestructuras necesarias para poder ir a pie en línea recta recta entre el parque de Araba (Amara-Centro) y la plaza Sagastieder (Intxaurrondo). La compra de los cuarteles permitirá hacer realidad este proyecto que se estudia desde hace casi dos décadas. De hecho, Odón Elorza encargó en 2007 un estudio básico para comunicar Intxaurrondo con Loiola por medio de un ascensor inclinado, que tendría continuidad por un nuevo puente peatonal o pasarela hasta la plaza Atari Eder. Desde allí, el trazado seguirá por la calle Matxiñene de la nueva Ciudad Jardín hasta Riberas, desde donde sale de Cristina Enea por la pasarelas Mikel Laboa y Gladys del Estal hasta llegar a Federico García Lorca y el puente de Mundaiz.

Para evitar que la zona se inunde se levantará una barrera de tierra junto al río con una cota de 5,70 metros sobre el Urumea

En cuanto al desarrollo residencial, la promotora Urumea Berri construye ya un edificio de dos plantas con diez viviendas y otro de cinco alturas con setenta. Estos ochenta pisos compartirán los equipamientos situados en el bloque pequeño: piscina en la azotea, solarium, gimnasio y txoko, entre otras zonas comunes. Las seis tipologías diseñadas parten desde los 64 metros cuadrados y dos habitaciones y llegan hasta los 130 metros cuadrados y tres habitaciones, todas ellas exteriores y con terraza, algunas con vistas al río.

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Las viviendas de menor tamaño se empezaron a comercializar en 2022 por 405.000 euros y las más grandes, por 590.000 euros, precios sin IVA. Las más caras, de 630.000 euros, ocupan una superficie de 85 metros cuadrados y cuentan con tres habitaciones. Los garajes se venden aparte y tienen un precio medio de 20.000 euros, según el tamaño. A estos dos bloques habrá que sumar en una segunda fase otras 84 viviendas de venta libre –ya en fase de excavación– más un centenar de pisos protegidos, entre VPO de alquiler y tasadas (40% del total), 6.000 metros cuadrados de terciario y equipamientos. Los primeros vecinos esperan recibir sus llaves en 2025, aunque el desarrollo completo del ámbito –264 pisos– requerirá de cuatro a cinco años de ejecución, es decir, hasta 2027 o 2028. Siete viviendas de dos edificios han sido derribadas al quedar fuera de ordenación (Sierra de Aralar 3 y 15), pero el resto de las 64 casas existentes en el barrio se mantendrán.

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