Las comparsas recuperan el pulso del Carnaval

Después de la intensa jornada del sábado, coronada con el gran desfile de la tarde y una noche que se alargó en algunos casos hasta la madrugada, el Carnaval donostiarra recuperó a mediodía las pulsaciones con las actuaciones de las comparsas que recorrieron las calles de la ciudad. Y como en el 'A las mañanitas' de la víspera, pero con más nubes y menos sol, les tocó lidiar con las frías temperaturas matutinas, aunque la amenaza de lluvia no se concretó.

Con epicentro en las calles de la Parte Vieja, en donde la ciudadanía se desperezaba a la hora del aperitivo previo de la comida, también hubo desfile de la comparsa Bárbara en su barrio, Altza y actuación de los más pequeños de las comparsas Lasalle, Aitor Ikastola, Salai, Fama, Gurea, Karmelo Txiki, Mystic, Erriberatarrak y Alegría de Alza en la plaza de Cataluña de Gros bajo la atenta mirada del Dios Momo. Las calles de Gros fueron también escenario de los bailes de la comparsa Lagun Artea.

Pero el plato fuerte corrió a cargo de los 'históricos' Bebés de la Bulla, y las comparsas de la Caballería de Gallos y de Jardineros, que amenizaron a todo trapo las calles de la Parte Vieja, con sus disfraces y la música de sus repertorios carnavaleros.

Jardineros partió como todos los años del Kursaal rumbo a la Parte Vieja con sus tradicionales disfraces floridos y acompañados por las composiciones de Sarriegui y Santesteban. ¿Miedo al frío ambiental? «No. Ni a la lluvia. Camisetas térmicas bajo el disfraz y si hace falta, impermeables». Este año y tras 35 carnavales, el 'alma mater' de la comparsa, Josetxo Fuentes pasa el relevo a Tomás Ugaldebere.

Los Bebés se disfrazaron de 'Cleopatras'. A las doce en punto salieron de la Plaza de Zuloaga a los sones de los 'Rivers of Babylon' de Boney M y otras canciones interpretadas por la txaranga Beti Bogan. A primera hora, la Banda de Txistularis ya había tocado Diana.

En cuanto a la comparsa de Gallos, partió de la Plaza de Gipuzkoa en dirección a una Parte Vieja en la que había que practicar el eslalon con los grupos guiados de turistas. A los compases de 'El alcalde le dijo al obispo', los Gallos reactivaron también el ambiente festivo con un repertorio carnavalero en el que luego no faltaron piezas como 'Viejas', 'Gure Donostia' o la que da nombre a la comparsa.

Ni que decir tiene que a esas horas centrales del día las calles del Centro recibían ya la afluencia de miles de donostiarras y visitantes, que en su mayoría recibieron con alborozo a las comparsas y hasta se sumaron en algunos casos a sus bailes y chanzas. Un par de horas después, tomaba el relevo Herridantza Konpartsa, con sus miembros -la mayoría mujeres-, ataviados con sus trapujales habituales. Fueron los primeros en salir y los primeros en acabar: a las 12.30, bailando en el Boulevard. A las dos, los Bebés de la Bulla y Jardineros acabaron juntos como siempre en la Plaza de la Constitución.

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