
Ciudadanos
«Creo que hemos primado demasiado la oscuridad, ¡hágase la luz!»Secciones
Servicios
Destacamos
Ciudadanos
«Creo que hemos primado demasiado la oscuridad, ¡hágase la luz!»Es actriz. Es directora de teatro. Es dramaturga. Es guionista. Es artista conceptual. Performer. Donostiarra, graduada en la Escuela de Artes Escénicas TAI. Vive, trabaja y sueña entre Londres y Madrid. En Donostia, en la galería Kur, presentó su 'Mapas del Subconsciente'. En el teatro Pavón estrenó su 'El Ángel'. Fue allá y entonces donde le propusieron re(a)vivar esa liturgia en la segunda edición del LurLive, el festival multidisciplinar de Arte en espacios naturales que está aconteciendo este verano en LurGarden, el jardín soñado y hecho realidad en Oiartzun por Iñigo Segurola. Andrea aceptó. El pasado 25 se procedió a la primera ceremonia. Mañana sucederá la segunda.
– Poderosos los nombres que me has susurrado, Rafael, Uriel, Gabriel, Miguel, Beatriz, Maritxu, Fanny, Maialen. ¿Quiénes son?
– Ellos, los cuatro príncipes de la Divina Presencia. Cuatro de los siete arcángeles. Representan la salvación, la sabiduría, la curación, la abundancia. Beatriz y Maritxu son mis abuelas. Estuvieron presentes en la liturgia del domingo 25. Las dos trabajaron en la fábrica Brunet de hilados y tejidos de algodón, fundada en 1845. Fanny y Maialen han creado Kotoi, un espacio en donde el vestir tiene un punto de ritual. Ellas, a partir de telas de Brunet que aún se conservan, han tejido el atavío que yo habito en 'El Ángel'. Ellos han venido para recordarnos algo que solemos olvidar, dentro de cada uno de nosotros hay un ángel. Yo, por mi parte, soy feliz honrando mis raíces, mi legado vasco. Uniéndome a esta tierra, a este agua, a este aire.
– ¿Por qué será que me acuerdo de 'Cielo sobre Berlín' y aquellos dos ángeles, Damiel y Cassiel tan fieramente humanos?¿Es cierto que has hecho el Camino de Santiago, acompañada por una gran performer, Ane, llevando en tu mochila la dramaturgia de 'El ángel' que activas mañana en Lur Garden?
– Es cierto, sí. 'El Ángel' iba en mi mochila. Y también es verdad que en un momento dado en el claro de un bosque gallego topamos con un sacerdote que estaba oficiando una misa. Y entonces recordé a Pessoa, el poema que te he recitado y vi que eso habría de ser mi trabajo. El sacerdote había sacado de entre los muros de una iglesia, de una catedral, de una ermita, la ceremonia, la liturgia sacramental. La había traído a la luz, a la naturaleza. Yo había representado esa dramaturgia en el teatro Pavón, inaugurado en 1925, puro Art Decó, pero en el Camino me di cuenta de que el acto escénico, la acción teatral lleva demasiado tiempo ahí, en la...
–...¡Oscuridad!
– Incluso no solo el acto teatral como tal. También nosotros. Yo he trabajado con Angelica Liddell, la tremenda escritora, poeta, directora de escena y actriz.
– Brutales son las propuestas de esta ganadora del premio Nacional de Literatura Dramática y del León de Plata de la Bienal de Teatro de Venecia.
– En su obra teórica 'El sacrificio como acto poético' afirma: «En vez de disparar a alguien, escribo. Es una fortuna, ¿no? En el escenario puedo asesinar con total libertad. Y también puedo suicidarme un millón de veces». Cuando trabajé y estudié con ella en La Abadía, ese gran centro para la creación escénica, yo también me entregué al máximo a esa oscuridad pero en un día...
– ¿Sí?
– Vi cómo Angélica se cortaba los muslos con cuchillas encima del escenario y la gente aplaudía. Entendí que no era ese el camino que yo quería seguir. No me apetecía aplaudir la sangre derramada. Quería, repito y repetiré siempre, sacar el acto escénico a la claridad. Sacar la ceremonia a la tierra, al aire, al agua. Y con ella, nuestras almas. Creo que he venido a eso, a invocar la luz.
– Hablas en tus escritos sobre 'El Ángel' de belleza, de casualidad, de altas frecuencias.
– Efectivamente. Creo en las señales. En Londres, vete a saber por qué había quien me decía 'you´re an angel'. No sé si me lo tomaba muy en serio pero iba dejando poso en mí. Sí, cuando trabajo me gusta hacerlo en frecuencias altas, con fuertes vibraciones. Y, lo sigo repitiendo, poco a poco fui labrando un compromiso con la luz y con nuestro ángel interior. También pienso que la misma belleza es fuente de muchas casualidades. O al revés, la casualidad fuente de belleza. En la ceremonia del domingo participaba gente mayor por lo cual el recorrido por las pozas se realizó a otro ritmo, creando fogonazos de tiempo muy interesantes. Ah, no busco el equilibrio. Estoy en la polaridad: contra lo oscuro, luz.
– Toda ceremonia tiene su dramnaturgia; por más que la liturgia de mañana, no se parezca en nada a la del 25 de agosto tú, como creadora, tendrás pautas.
– Por supuesto y se adaptan al público, al tiempo y al lugar. Pero manteniendo la libertad de la conjunción de cuerpos y auras.
– Cantas el 'Txoria txori'.
– Solo que en mi liturgia a quien no quiero cortar las alas es al ángel. Como cantó Laboa, sería mío, sí, pero no sería eso, un ángel.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.