Cuatro homicidios en cuatro años en la noche donostiarra

Un año antes, el 26 de abril de 2019, ocurrió un homicidio similar al que se ha producido esta madrugada pero en esta ocasión fue a la salida de la discoteca GU de la capital guipuzcoana. Santi Coca, un joven donostiarra de 17 años, falleció tras permanecer dos días en coma en el hospital, después de sufrir una agresión la madrugada del 26 de abril de 2019 por parte de un grupo de personas. Se produjo una reyerta, al parecer a raíz de una discusión por un paquete de tabaco, en la que el menor fallecido, que residía entre la capital guipuzcoana y Reocín (Cantabria), resultó gravemente herido. La Ertzaintza detuvo a siete jóvenes por su presunta relación con estos hechos, si bien el Juzgado de Guardia sólo ordenó prisión provisional para seis de ellos: tres chicos rumanos, uno de origen argelino, otro marroquí y un español, quienes se encuentran encarcelados desde el 29 de abril. Todos ellos se sentarán en el banquillo en 2023 acusados de un delito de asesinato, por el que la Fiscalía de Gipuzkoa pide 20 años de cárcel.

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Beatriz Campuzano

El 1 de octubre de 2018 ocurrió otro trágico suceso: el joven de Urnieta Asier Niebla fallecía, tras permanecer dos meses en estado de coma en el Hospital Universitario Donostia, donde había sido ingresado con un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza. El incidente se produjo sobre las 5.00 horas de aquel día, la primera jornada de las fiestas de la Semana Grande donostiarra, cuando Niebla se encontraba charlando con una chica en el exterior de un bar de la Calle Perujuantxo de la Parte Vieja y fue golpeado por el exnovio de la joven, tras lo que cayó al suelo.

Todos los testigos declararon que el ataque se produjo «de forma sorpresiva» y que Niebla no tuvo ninguna posibilidad de reaccionar. El acusado fue condenado a 11 años y seis meses de cárcel para el autor del crimen por un delito de homicidio doloso.

A principios de noviembre de este mismo año además un vídeo de una pelea en pleno Boulevard donostiarra corrió como la pólvora a través de los teléfonos móviles. Aunque en aquella trifuca, sorprendentemente, no hubo heridos se observa al menos a dos hombres con armas blancas de importantes dimensiones merodeando por esta zona céntrica de la ciudad. El incidente se saldó también sin detenidos.