«Deberían dar las mascarillas dentro de los autobuses»

Dicho y hecho. Voluntarios de Cruz Roja, la DYA, protección civil y policías municipales se han desplegado esta mañana por todo Gipuzkoa para asegurarse de que todos los usuarios del transporte público llevaran mascarillas higiénicas ya que es obligatorio desde este lunes. A primera hora de la mañana entre el trajín de viandantes que no quería perder minutos de caminata en las paradas de autobuses los voluntarios se aseguraban de que todos, o que casi todos, los usuarios tuvieran una protección.

«A las ocho de la mañana cuando bajaba a la peluquería en el autobús me han dado dos», contaba un usuario en la parada del Boulevard. Ahora, de vuelta a su domicilio y con la compra hecha ya no hay nadie, pero él se monta con su mascarilla y sus guantes puestos. Los primeros comentarios de los usuarios han sido positivos: «se agradece que las repartan. Lo malo es que no va a haber para todos ni todos los días». En el mismo lugar una señora espera sentada al autobús: «A mí nadie me ha dado ninguna mascarilla. A estas horas ya no reparten (refiriéndose a las diez y media de la mañana», se lamenta, «pero yo tengo la mía», abre el bolso y la enseña. El mismo gesto y comentario se repite entre varios usuarios que o bien rebuscan en el bolso o sacan de algún bolsillo la mascarilla.

Aunque los voluntarios han distribuido hoy parte de las 224.000 mascarillas que el Gobierno de España ha destinado para Gipuzkoa no todos los usuarios han podido hacerse con una. Aún así los voluntarios han estado durante toda la mañana por diferentes paradas de la ciudad repartiéndolas. Incluso se han subido a varias líneas para intentar llegar a más gente y cumplir así con la orden que ha entrado en vigor este lunes y que establece la obligatoriedad de uso de mascarillas que cubran nariz y boca a todos los usuarios de los servicios de transporte público y colectivo, tanto terrestre, como autobús, taxi, VTC y ferrocarril, así como transporte aéreo y marítimo.

Esta medida, anunciada el pasado sábado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, determina también que los trabajadores de los servicios de transporte que tengan contacto directo con los pasajeros también deberán ir provistos de mascarillas, así como tener acceso a soluciones hidroalcohólicas.

«Se agradece que la gente suba con las mascarillas para minimizar el riesgo. Cualquier medida es buena para sentirnos nosotros más seguros, pero algún que otro usuario ha subido sin protección», reconoce un conductor de autobús.

A primera hora la mayoría de los ciudadanos que se han subido a un autobús o un tren lo han hecho protegidos, pero a medida que avanzaba la mañana se veían más rostros sin protección. Bastaba con fijarse en las paradas cómo subían y bajaban personas con la cara descubierta. «Lo que deberían hacer es repartirlas dentro del autobús, como con los guantes en los supermercados. Lo mejor es dejarlas dentro y que la gente vaya cogiendo», proponía otro usuario.

En la estación de autobuses de San Sebastián la estampa era bien diferente a la que habría sido hace un año y tan similar a la de los días anteriores: pocos pasajeros y autobuses. «Esta mañana no ha entrado nadie en la estación sin mascarilla porque estaban los voluntarios dando a todos los usuarios y asegurándose de que no le faltara a nadie», explica la dependienta de la tienda de prensa y chuches a la entrada de la estación.