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«He llegado y he dejado la mochila a mi lado como siempre. Cuando he ido a abrir la puerta ha debido pasar por detrás y se la ha llevado». Así narraba Alfonso Sacristán el momento del robo que sufrió ayer por la mañana. «Yo ni me he dado cuenta, me he enterado porque la gente ha empezado a gritar '¡Que le roban!».
Algunas personas que paseaban por la zona «han salido a la carrera» detrás del ladrón. «Yo no puedo correr mucho porque tengo un problema en la espalda que me lo impide, así que agradezco mucho que la gente me haya ayudado».
Alfonso no ha tenido que llamar a las autoridades. «Casualmente dos agentes de movilidad estaban patrullando en bicicleta y han empezado a perseguirlo». El ladrón, viendo que estaba siendo perseguido, se ha deshecho de la mochila mientras huía a la carrera. «Una persona ha visto la mochila, la ha cogido y me la ha devuelto. Estoy muy agradecido».
Más allá de la ayuda prestada en los primeros momentos de la persecución, mucha gente ha pasado por el quiosco de Alfonso para preocuparse por él y, de paso, comprarle unos cupones. «Varios conocidos se han enterado y se han acercado para preguntar cómo estoy, otros han venido a comprar. Hay clientes muy amables que se preocupan mucho».
Incluso varios agentes de la Guardia Municipal de Donostia han querido acercarse para saludar a Alfonso. «Los agentes que me han acompañado a poner la denuncia han venido luego a comprarme unos cupones. Ha sido una anécdota divertida».
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