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La conocida frutería Andrés, en la calle Matia de San Sebastián, fue objeto de un robo por parte de varios desconocidos que entraron este miércoles ... por la noche en el local y se llevaron numerosos productos de alimentación de alta calidad. Según explicó Ana Andrés, una de las responsables del negocio, los asaltantes accedieron al negocio por la plaza Adarra, desde la que treparon por un pequeño muro y entraron en un garaje de la tienda que hace las veces de almacén. Una vez allí, forzaron con una palanca el panel inferior de una puerta y se adentraron en otro almacén situado en el sótano del establecimiento. Desde allí subieron unas escaleras por las que se accede al negocio y comenzaron a registrar el local. Tenían todo el tiempo del mundo.
El negocio de los Andrés es conocido por proveer de todo tipo de género a numerosos restaurantes de San Sebastián. En sus estantes hay alimentos selectos que no pasaron desapercibidos para los ladrones. «Han estado buscando dinero, pero solo teníamos algunos cambios en una caja. Como no han encontrado más, se han llevado lo más caro que había. Han cogido embutidos de ibéricos cien por cien de bellota, chuletas de Argus, quesos de Idiazabal, anchoas, chorizo de la Rioja, una caja de boquerones y doce lomos de bacalao, cada uno de 20 euros», dijo este miércoles Ane Andrés.
Según los responsables de la tienda, los técnicos de la Ertzaintza que examinaron a primeras horas de la mañana el lugar no encontraron ninguna huella dactilar, por lo que los asaltantes debieron de usar guantes. Después de robar bajaron al almacén, subieron un puerta enrollable y huyeron del lugar.
No es la primera vez que la frutería sufre un robo. En 2020, durante la pandemia, notaron que en ocasiones les faltaba género, por lo que decidieron vigilar por la noche la plaza Adarra. Así pudieron coger con las manos en la masa a ocho jóvenes que fueron sorprendidos dentro del local. Habían trepado por el mismo muro de este miércoles, que desde entonces estaba protegido por una valla en su parte superior, y habían accedido al almacén. Cuando intentaron salir al exterior se encontraron con que la puerta había sido candada, por lo que quedaron atrapados hasta ser detenidos por una patrulla de la Ertzaintza.
Tampoco es la primera vez que se produce un robo en la calle Matia. El último tuvo lugar las pasadas navidades, cuando varios desconocidos se llevaron más de mil euros y billetes de lotería del bar Trikuharri, al que entraron tras forzar una ventana con una palanca. «No esperamos que los cojan. Con que no vuelvan nos vale», dijo este miércoles el responsable del establecimiento.
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