Imagen aérea de la primera fase de Txomin Enea junto a los terrenos de la cárcel, donde se desarrollará la segunda fase con 359 viviendas más.

La segunda fase de Txomin arrancará en 2024 con la incógnita de quién derribará la cárcel

Goia indica que aún no está claro quién debe derribar la vieja prisión, pero que el asunto no será obstáculo para la transformación urbanística de la parcela

Aingeru Munguía

San Sebastián

Martes, 18 de octubre 2022, 12:00

El avance de las obras de construcción de la cárcel de Zubieta pone el contador en marcha del viejo centro penitenciario de Martutene y activan las previsiones sobre el desarrollo de la segunda fase de Txomin Enea. Será en 2024, como recordó este martes ... el alcalde, Eneko Goia, pero aún falta alguna incógnita por despejar como qué institución será la responsable del derribo de la cárcel .

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Como ya asegurara hace dos años, cuando aún no había empezado la obra de la nueva prisión que se construye en el polígono de Eskuzaitzeta (Zubieta), el alcalde aseguró este martes que el gobierno municipal trabaja con la previsión de que cuando se derribe la vieja prisión se puedan comenzar las obras de urbanización y edificación de la parte que falta del nuevo Txomin. Se trata de una prolongación del actual barrio donde se edificarán 359 nuevas viviendas, en su mayor parte de protección oficial.

El planeamiento urbanístico de la fase II de Txomin Enea está hecho y solo faltaría aprobar el Programa de Actuación Urbanizadora (PAU) para lo que el Ayuntamiento cuenta con dos años de tiempo. La principal incógnita para completar el desarrollo del barrio era y es el derribo de la cárcel.

«Cuando se dieron los primeros pasos para redactar el planeamiento de Txomin se tomó la decisión de dividir el ámbito en fases precisamente porque veíamos que el desarrollo de la nueva cárcel se estaba retrasando y podía hipotecar el ámbito». La segunda fase de Txomin está definida y Goia afirmó que las decisiones que se adoptaron hace dos años se mantienen: «El criterio es que vayamos aprobando los instrumentos urbanísticos oportunos al ritmo de construcción de la nueva cárcel para que podamos empezar a construir al día siguiente» del derribo del viejo centro penitenciario, separado apenas unos metros de las viviendas de la primera fase.

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El Ayuntamiento cedió la parcela en Martutene para construir la cárcel, tras rechazar Defensa hacerla junto a los cuarteles

El alcalde opinó que la obra de construcción de la nueva prisión «va retrasadísima» si tenemos en cuenta cuáles eran las primeras previsiones y también si se tiene en cuenta el proceso de ejecución. «No voy a explicar los avatares que ha pasado este proyecto. Primero era un proyecto, luego otro luego una cárcel grande, luego más pequeña, luego dudas de si se iba a hacer o si no. Cambios de gobierno... Ya no recuerdo cuánto retaso acumula este proyecto desde que se hizo la previsión de ejecutarlo, pero es enorme». Sobre lo que es el plazo de ejecución no lo sé. Pero parece que acumula cierto retraso. No excesivo, pero sí cierto retraso».

Goia explicó que la previsión a día de hoy es que la obra civil del nuevo centro penitenciario de Zubieta concluya a finales de 2023 y que el traslado de los reclusos a la nueva cárcel se produzca a lo largo de 2024.

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Traspaso de Prisiones

El alcalde fue preguntado sobre cómo se realizará el derribo de la prisión de Martutene y qué institución se encargará de ello, teniendo en cuenta que ya se ha producido – hace ahora un año– el traspaso de la competencia de prisiones al País Vasco. Goia señaló que durante años el Ayuntamiento mantuvo contacto y reuniones con el Ministerio de Justicia para abordar la cuestión, pero «después se ha producido el traspaso de Prisiones al Gobierno Vasco y debemos aclarar si los bienes también han sido transferidos y en qué condiciones».

La administración municipal entiende que una vez se derribe la cárcel el terreno vuelve a manos municipales

Otra de las cuestiones que ronda sobre el desarrollo urbanístico de la parcela penitenciaria es quién es el propietario del terreno en el que se ubica la cárcel. Sobre esta cuestión el Ayuntamiento tiene menos dudas porque abunda en la casa consistorial documentación histórica sobre cómo se adquirió el terreno y cómo se negoció con el Gobierno el traslado de la cárcel de Ondarreta a orillas del Urumea. «San Sebastián tenía un interés enorme en trasladar la cárcel de Ondarreta a otro lugar. Primero se planteó reubicarla al lado de los cuarteles de Loiola, pero –continuó Goia– Defensa puso el grito en el cielo y el Gobierno de España no pudo cumplir el compromiso».

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Compra de la parcela

Finalmente fue el Ayuntamiento quien compró la parcela, parece que con una aportación foral a la construcción de la cárcel». El alcalde explicó que en esa documentación está claro que la cesión de la parcela está condicionada a su uso como prisión». Una vez que la prisión se traslade y el centro penitenciario no tenga uso, el Ayuntamiento entiende que los terrenos revierten al Ayuntamiento. «Pero lo que no sabemos es si lo tenemos que hablar con Madrid o con Vitoria».

De todas formas Goia indicó que aunque hubiera que comprar hoy ese terreno «el valor del suelo es bastante bajo» porque la práctica totalidad de la vivienda a edificar es de protección.

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