
La red de fibra óptica, y con ella el internet ultrarrápido que sustituye al ADSL, llegará finalmente a todo San Sebastián. El barrio que faltaba, el Muelle, también la tendrá. El Ayuntamiento y Telefónica han encontrado una solución técnica que permitirá extender el cableado de la fibra por los portales, viviendas y comercios de la zona. Los trabajos deberían comenzar dentro de unas pocas semanas. El proyecto está aún a expensas de las autorizaciones que debe conceder cada comunidad de propietarios para realizar la acometida y colocar las cajas de distribución, y del permiso del Gobierno Vasco, ya que habrá que realizar una «pequeña» obra en el pavimento del Muelle y, como recinto portuario que es, las actuaciones en esta zona dependen del Ejecutivo autonómico, no del Ayuntamiento.
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El problema que existe en esta zona es que goza de una protección urbanística y arquitectónica especial al ser considerada conjunto monumental, como toda la Parte Vieja. Ello quiere decir que no se pueden alterar los elementos históricos, y entre ellos están las fachadas y la muralla de Urgull. En ellas no se pueden realizar modificaciones, ni tan siquiera estéticas, como la que supondría tirar cables a través de ellas o el mínimo agujero para permitir el paso de un alambre. Tampoco está tolerado el cableado aéreo.
En el caso del casco histórico de la Parte Vieja el problema se solventó porque el Ayuntamiento pudo acondicionar otras canalizaciones ya existentes para acoger las líneas de fibra óptica. De este modo, todos los portales del barrio tienen ya fibra excepto seis, cuyas comunidades de vecinos, según explican fuentes municipales, no dieron permiso para realizar la acometida.
Pero en el Muelle esas vías no existen. Hay una conducción que sirve al Aquarium y al Museo Naval, instalada por Euskaltel cuando se reurbanizó la zona. Los vecinos pidieron llevar el cable hacia los portales desde esa línea primaria. Pero el Ayuntamiento puntualizó que esta va «por el centro» de la acera, por lo que supondría una obra compleja y molesta, ya que habría que levantar el paseo del muelle «en seis o siete sitios», y el consistorio no desea otra obra con afecciones relevantes al tránsito ciudadano en un punto estratégico. Además, el Muelle es responsabilidad del Gobierno Vasco, que sería el encargado de conceder los permisos.
La solución que encontró Telefónica para los vecinos del Muelle fue ofrecerles el servicio a través de tecnología radio, mediante antenas. Así llevan desde finales de noviembre, cuando la operadora dejó de prestar a sus clientes el servicio de internet y telefonía fija a través de las líneas de cobre que salían desde su central de la calle San Marcial para migrarlos a la fibra óptica.
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Pero los vecinos pronto detectaron que la calidad de la señal no era la misma. «No es que no sea igual que la fibra, es que incluso es peor que el ADSL», subrayan desde la asociación de vecinos del Muelle, que está en fase de constitución. «Es una señal más débil e inestable, con multitud de cortes, ya que es la misma que utilizan los móviles. Debido al lugar donde vivimos, nos toca compartirla con los visitantes y turistas que transitan por la zona y no da para todos». Así las cosas, «si en invierno ya era mala y los fines de semana peor, en Semana Santa se puede decir que los vecinos del Muelle no hemos tenido internet, por la saturación que había por los miles de visitantes que compartían la señal».
Tras la experiencia del último periodo vacacional, el Ayuntamiento y Telefónica, que desde el primer momento han mantenido un contacto permanente con los afectados y se comprometieron a hallar una solución, han acelerado las conversaciones y, según ha podido saber DV, han encontrado una posibilidad de llevar el cable de fibra a las viviendas del Muelle respetando los condicionantes que impone la normativa de especial protección del barrio.
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Consistiría en realizar la operación en dos fases. En la primera se llevaría la fibra del portal 4 en adelante. Hasta ese punto, Telefónica ha encontrado una vía por la que llegar sin incumplir la normativa. Desde ahí tiraría todo el cableado por dentro de los edificios, para llegar a todos los portales, donde instalaría las cajas (CTO)que distribuyen la línea por las viviendas, comercios y restaurantes. Para ello es necesario el consentimiento de cada comunidad. Una vez colocadas las cajas de distribución en los portales, cada comunidad se encargará de hacer las canaletas de acceso a cada vivienda.
La segunda fase afectará a los portales 1, 2 y 3. Para ello Telefónica tiene que hacer una «pequeña obra civil» en el pavimento del Muelle, para lo que tiene que pedir al Gobierno Vasco los permisos correspondientes.
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La intención de las partes es comenzar el despliegue lo antes posible, en las próximas semanas, de modo que se pueda iniciar la primera fase mientras se reciben las autorizaciones para la segunda.
La solución fue aprobada en una reunión celebrada el miércoles entre la operadora y el Ayuntamiento. El equipo que encabeza el alcalde Eneko Goia (PNV)mostró su satisfacción por que se haya podido encontrar una solución a un problema «que era de muy difícil resolución».
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