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Hoy su documental 'Zurbarán y sus 12 hijos', presentado en la Seminci vallisoletana, comparte programación en el cine Bellas Artes de Madrid con una película delicada y fiera que triunfa en Donostia, 'Adam'. Arantxa es académica de número en la sección Nuevas Artes de la ... Imagen de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Arantxa es filóloga, galdosiana, documentalista. Empezó de meritoria con Mario Camus. Sus trabajos se ven en Nueva Orleans, Albuquerque o Canarias.
– Tienes una fascinante trilogía sobre la danza. Viviste el dolor que produjo en el ballet de Lausanne la muerte de Béjart. Entraste en la ópera Garnier y filmaste la Novena de Beethoven, danzada por el Ballet de Tokio.
– Sí, 'Dancing Beethoven'. Fue una experiencia casi única. Rodamos en Suiza y en Japón. Zubin Metha dirigía la Filarmónica de Israel. Ha sido el trabajo mío que más éxito y más público ha tenido y en más premios ha sido finalista. Y no solo por Metha, la coreografía de Béjart o el ballet de Tokio. También por la cámara. La manejaba Rafael Reparaz. ¿Sabes? No es fácil filmar a los bailarines. La cámara los ama, sí, pero quien la lleva tiene casi que bailar con ellos, saber cuándo van a volar y cuándo a posarse sobre la tierra. Quien filma los acompaña y está a su servicio. No servilmente, pero sí para su arte.
– Y qué bonito resulta y parece que para filmar al ballet de Béjart, para filmar la Novena bailada, para contar la historia de una bailarina en París sea imprescindible haber visto y estudiado 'Sombrero de copa', 'Volando a Río' o 'Ritmo loco'
– En todo siempre tienes que volver la mirada a los clásicos. ¿Por qué? Porque si son clásicos lo son porque son los mejores, porque nadie puede hacerlo mejor. Astaire controlaba el baile y la cámara. Como lo hacía Gene Kelly, director, bailarín y coreógrafo.
– O el Bob Fosse de 'Cabaret'.
– Y de 'All That Jazz'. Mira, cine y baile comparten el lenguaje del movimiento aunque en el caso del cine seamos nosotros quienes soñemos que la imagen se mueve cuando en realidad no lo hace. Si el cine es eso, imagen en movimiento, el ballet sería escultura en movimiento. Y por eso se llevan tan bien esas dos artes. En realidad, todas. Porque todas tienen sentido del ritmo.
– Sospecho que no te agrada demasiado que te llamen 'creadora' puesto que bebes de los clásicos, te inspiras en ellos, investigas, buscas, lees, encuentras...
–A Valerie Simpson le invitaron a un congreso que, supuestamente, reunía a unos 270 creadores. y le entró pánico.
– ¿Por qué?
– No confiaba mucho en eso de la 'creación'. Declaró que creador, lo que se dice 'creador' solo conocía Uno y, en su opinión, la había liado bien liada.
– Eres doctora en Filología Hispánica, has escrito un libro sobre Buñuel como lector de Galdós. ¿Cómo es que te decantaste , mayormente, por el trabajo de documentalista cinematográfica? Sí, lo sé, tu padre es Javier Aguirre, donostiarra, director de 'Latidos' y 'Vida/Perra' pero...
– Siempre me gustó el cine. Por mi padre, claro. Y por mi madre, Enriqueta Carballeira, que habrá aparecido más de 75 veces en la pantalla. Pero también por mí misma, que desde cría he ido al cine. Empecé como 'meritoria'. Ya sé que ahora se dice 'hacer prácticas' pero a mí me gusta más la imagen de estar haciendo 'méritos' con Camus o Berlanga para demostrarles que valía, que me interesaba el oficio. Conocer por dentro aquello que desde la butaca ya me fascinaba fue un flechazo. Amaba estar dentro del cine.
– Hiciste méritos, vaya que sí. Fuiste ayudante de dirección cuando pocas chicas lo eran. Estuviste con Almodóvar en 'Tacones lejanos', con Patino en 'Octavia' pero como directora elegiste el documental. ¿Por qué?
– Porque llevar adelante una ficción es costosísimo. Financiación, producción, exhibición. Pienso que de poder poner en pie una película no documental podría sacar adelante una cada cuatro años. Con suerte. Como documentalista, filmo continuamente. Cuesta menos. En dinero, en papeleo, en el armazón de ponerlo en pie. Y el trabajo de investigación, de estudio, es una maravilla. Cuando la pandemia paró en seco los trabajos en torno a 'Zurbarán y sus 12 hijos' seguí leyendo sobre él, mirando sus cuadros, jugando, descubriendo. A mí el trabajo, el estudio, me inspiran.
– Hace ya un rato largo que tanto los exhibidores como el público dejaron de mirar con recelo al documental. Y ahora que no se estrena lo más grande de Hollywood, las pequeñas producciones se hacen un hueco en las salas. Mira tu Zurbarán programada con 'Adam' en Madrid.
– Los cineastas hemos de cuidar no defraudar a esos espectadores, no perder el lugar conquistado. El publico amó aquella maravilla que fue 'Buscando a Sugar Man' y muchas películas de ficción transitan por la frontera del documental. Las de Loach, por ejemplo.
– ¿Dónde vives en Madrid?
– En Chamberí, como Tristana.
– ¿Dónde mejor siendo tú tan galdosiana?
–Y en Donosti, en Ondarreta. Así, para llegar al Principal he de bordear el mar y La Concha.
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