«Preocupación» e «incertidumbre» entre los usuarios de la Hípica, que han visto pasar los días sin que el club les aclarara qué es lo que pasará este jueves cuando haya expirado «irremisiblemente» la concesión pública y el Ministerio de Defensa recupere el pleno derecho ... de uso de la parcela de 7,5 hectáreas. «Sabemos, y así nos lo ha reiterado Defensa por carta, que este miércoles termina la concesión y que tenemos que desalojar la propiedad. Llevamos meses preguntando a la dirección, pero nadie nos dice nada. No nos responden, pero no nos sorprende porque esa falta de comunicación por su parte es habitual. No sabemos si nos dejarán siquiera entrar a recoger este jueves nuestras pertenencias o qué va a pasar», explican desde la Asociación de Usuarios y Amigos de la Hípica de Loiola.
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Si algo inquieta a los socios que quedan es no saber si, a partir de este jueves cuando termine la prórroga que se acordó en octubre, se les va a impedir el paso a las instalaciones, inauguradas hace casi 80 años. «¿Nos van a dejar pasar o vamos a perder lo que no hayamos sacado?», se preguntan. «Desde el club nos dicen que nadie les ha dicho nada, pero parece que no es cierto», precisan haciendo alusión a la misiva que han recibido por parte del titular de los terrenos en la que queda claro que «el concesionario estaba avisado oficialmente de que debía adoptar las diligencias precisas para avisar a los socios a fin de que pudiesen programar el traslado de sus animales y enseres a otra ubicación».
«La fecha del fin la conocemos desde hace tiempo y así nos lo han reiterado desde el Ministerio. Nos dijeron que a partir de este miércoles el concesionario debería abandonar definitivamente las instalaciones». De hecho, en la carta ya se detalla que «si no lo hace, habrá que activar los mecanismos jurídicos que permite la Ley para recuperar la propiedad». Además, anuncian, que, siempre según la comunicación oficial, el adjudicatario ha presentado una reclamación, que desde Defensa están «analizando y que será objeto en su momento de la pertinente resolución. Pero tal reclamación no paralizará en modo alguno la finalización de la concesión y que las actividades de la Hípica deberían cesar en la fecha prevista y que no hay autorización alguna para que continúen».
Desde finales de 2021 hasta ahora, explican, han estado «en una situación transitoria». El pasado 28 de octubre finalizó la concesión, pero se ha ido prorrogando mes a mes, con un máximo de ocho meses. Ese periodo termina este miércoles. «Se supone que ya tendríamos que haber desalojado y cesado toda la actividad que se realiza actualmente, pero no ha sido así porque desde el club no nos lo han pedido. El desconocimiento que tenemos es absoluto y estamos preocupados», expresa. Este periódico ha contacto con la dirección de la Hípica, pero han preferido no hacer ninguna declaración al respecto.
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La intención de la Administración del Estado es mantener la titularidad, por lo que en principio se descarta su enajenación o permuta. Desde hace unos meses, la asociación ha tocado varias puertas para ver si se puede buscar alguna alternativa o reubicar la hípica, pero no han obtenido un resultado fructífero. «Hemos contactado con el Ayuntamiento para ver si pueden ejercer de intermediario pero tampoco nos aclaran nada», sostienen. Lo cierto es que desde el consistorio recuerdan que la decisión corresponde a Defensa y que, en cualquier caso, la hípica no es una actividad a la que se le pueda encontrar acomodo con facilidad.
Por su parte, «desde la Federación Vasca de Hípica nos han comentado que no disponen de más información», detallan. «Parece que no tenemos mucho que hacer hasta que no se resuelva el problema que tienen con el club actual, que no parece tener intención de dejar las instalaciones», sostienen.
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Han pasado 78 años desde que la Hípica de Loiola se inaugurara. En su época dorada, allá por los años 40 y 50, fue un centro de reunión de la aristocracia y este miércoles expira el plazo concedido por Defensa. Pero ni siquiera ese lento declinar puede ensombrecer unos años espléndidos en los que cientos de donostiarras llenaban sus gradas para presenciar sus afamados concursos internacionales de salto. No era extraño encontrar entre el público a aristócratas aficionados a la hípica que apuraban los últimos coletazos de la 'Belle époque' donostiarra, y un repaso al archivo histórico de la Hípica permite encontrar curiosidades como que fue sobre las pistas de Loiola donde un joven Juan Carlos de Borbón dio sus primeras clases de equitación. También era frecuente ver a la Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, y su hijo Cayetano.
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