La Guardia Municipal de Donostia investiga desde enero las acusaciones contra un suboficial por acoso sexual

«Únicamente tres personas tienen autorización para acceder a las conclusiones de las pesquisas. Veremos cuál es el resultado», subrayó el delegado del PNV, quien mostró su «confianza máxima» en los investigadores y su compromiso de actuar «con contundencia» si finalmente se confirma que se han producido los hechos denunciados.

Ibabe aseguró que la Guardia Municipal es «la primera interesada» en llegar al fondo del asunto porque las acusaciones vertidas en la cuenta de la periodista Cristina Fallarás –que fueron borradas a las pocas horas «por miedo», según la Junta de Personal del Ayuntamiento– «manchan el nombre del cuerpo y dañan a las posibles víctimas, si las hubiera».

El responsable de Seguridad del consistorio donostiarra subrayó que «sin tener denunciante ni denunciado concretos» dio la orden al comisario de la Guardia Municipal de iniciar la investigación, lo que a su juicio desmiente a quienes critican al gobierno municipal por «no haber hecho nada» y «matar al mensajero» con su comunicado del 30 de enero diciendo que no le constaban denuncias policiales y que existen canales habilitados para denunciar este tipo de incidentes en el entorno laboral del Ayuntamiento.

«Este equipo de gobierno tiene permisividad cero con situaciones como las denunciadas», afirmó Ibabe, cuya orden expresa al responsable del cuerpo fue que «desde la Unidad de Inteligencia se realicen cuantas diligencias sean necesarias para esclarecer los indicios de acoso o abuso sexual en el entorno laboral por parte de un mando de la Guardia Municipal».

El edil jeltzale leyó en la comisión el contenido íntegro del pantallazo que recibió en su teléfono el pasado 21 de enero. Se trata de un texto publicado en Instagram que señalaba que el mando acusado del presunto acoso a varias agentes es «un suboficial» que «se acerca con intenciones sexuales a prácticamente todas las chicas nuevas que entran a trabajar, muchas de ellas de forma temporal, hace cambios en los grupos de trabajo para que tengan que trabajar con él, les espera a la salida del vestuario y se insinúa constantemente. En muchas ocasiones ha habido tocamientos fuera de lugar o roces 'casuales' muy poco apropiados». A partir de estos datos, añadió el edil, se puso en marcha la investigación interna.

Por su parte, la concejala de Igualdad, Ane Oyarbide, anunció que su departamento «analizará y adaptará» el protocolo de actuación ante posibles casos de acoso sexual como el denunciado para que este pueda activarse aunque las acusaciones se realicen por canales no previstos, como ha sido el caso.

El asunto del supuesto acoso sexual dentro de la Guardia Municipal llegó hasta la Comisión de Servicios Generales gracias a dos interpelaciones de Elkarrekin Donostia y EH Bildu. «Con el comunicado del Ayuntamiento se lanzó un mensaje a las víctimas de que van a estar poco acompañadas, cuando es un asunto lo suficientemente grave para dar pie a actuaciones aunque la denuncia no se realice por los canales establecidos en el protocolo», lamentó la edil progresista Arantza González, mientras que la abertzale Izar Hernando recordó que «el protocolo también prevé una investigación externa».