La Hípica de Loiola vive días de incertidumbre. Inaugurada hace casi 80 años en terrenos propiedad del Ministerio de Defensa, afronta un horizonte plagado de dudas por el final de la concesión al club que gestiona el recinto y el traslado de los cuarteles ... del Ejército.
Publicidad
La parcela, perteneciente en su momento a los caseríos Kapuene y Kapuene Berri, ocupa 7,5 hectáreas de superficie frente al nuevo Txomin Enea y cuenta con cuadras con capacidad para 160 caballos, dos pistas exteriores –sintética y de hierba–, un picadero cubierto y un caminador para seis animales. Además del club social, vestuarios y bar-restaurante con terraza, hay dos pistas de tenis, una de pádel y una antigua piscina hoy en desuso.
A lo largo de la historia han pasado por su escuela de equitación el rey emérito, Juan Carlos I, y aristócratas como Álvarez de Toledo, los Gaytán de Ayala, el duque de Veragua, los Vergarajáuregui, el duque de Gor, el conde de Guaqui y los Bohórquez.
Además de cumplir con la función didáctica, las instalaciones de la Hípica han sido siempre escenario de concursos nacionales e internacionales, con la participación de notables jinetes como Francisco Goyoaga, Jaime García Cruz, Adolfo Marino, Luis Pradera, Guillermina Múgica, Eduardo Arbide... Y, más recientemente, Cayetano Martínez de Irujo o Luis Astolfi, por citar algunos.
Publicidad
Lejos del carácter elitista que la equitación tuvo en sus orígenes, actualmente es un deporte en auge y accesible para todo el mundo. El Aula Hípica, con el jinete profesional Unai Aranzadi al frente, reúne a cerca de 250 alumnos de diferentes edades con clases de iniciación, perfeccionamiento y especialización.
La implicación de la Hípica en las celebraciones y actividades de la ciudad se mantiene vigente, con participación en la Tamborrada, la Cabalgata de Reyes, los desfiles de Caldereros, en la campaña UDA que cada verano organiza el Ayuntamiento...
Para que todo esto no se convierta en un recuerdo del pasado, se ha creado la Asociación de Usuarios y Propietarios de la Hípica de Loiola, a la que se han adherido ya una treintena de personas. «Es una pena que una ciudad como Donostia pierda algo con tanta tradición», lamenta Mercedes Álvarez, quien junto a Julia Irazustabarrena y Ana Urlezaga integran la junta directiva de esta nueva organización.
Publicidad
Explican que la equitación es un deporte en el que se compite en igualdad de condiciones y categorías, apto para todas las edades y que se practica de forma individual y al aire libre, condiciones fundamentales en estos tiempos de distanciamiento social por el Covid-19.
«Fomenta valores como la socialización, la autoconfianza, la disciplina, la autoestima... Y ayuda a adquirir responsabilidad y respeto por los animales y la naturaleza, además de tener efectos positivos para tratar diversos trastornos gracias, por ejemplo, a la equinoterapia», argumentan para poner en valor una disciplina que en todo el municipio solo puede practicarse en Loiola, que en su momento álgido llegó a ser «la mejor hípica del País Vasco».
Publicidad
Lo que peor llevan de la situación actual es la falta de certezas. Han sabido por la prensa que el Ayuntamiento y el Gobierno central han acordado la compraventa de los terrenos en que se asientan los cuarteles militares, pero poco más saben, lo que alimenta su inquietud ante el futuro a corto plazo.
En idéntica situación se encuentra Alberto Catalán, presidente del club Hipikalia, que gestiona las instalaciones. A finales de año expira la concesión pública de la que es adjudicatario e ignora si Defensa va a prorrogarla o sacarla de nuevo a concurso. Lo único que tiene claro, porque así se desprende del acuerdo entre PNV y el Ejecutivo de Pedro Sánchez para aprobar los Presupuestos Generales, es que en principio el destacamento militar se trasladará a la Hípica.
Sin embargo, eso solo es lo que dice la letra, porque en la práctica este ubicación no termina de convencer a los responsables del ministerio. De hecho, la propia secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, aseguró en una reciente respuesta parlamentaria que esta parcela, al igual que otras ofrecidas en el pasado por el consistorio como Eskuzaitzeta, Antondegi o Belartza, no reúne los «requisitos operativos, de seguridad y de bienestar del personal» destacado en los cuarteles. Sorprende que ahora sí se vea encaje en este mismo terreno para los 500 soldados que integran el Regimiento de Infantería Tercio Viejo de Sicilia Nº 67, una de las unidades más antiguas del Ejército.
Publicidad
Entretanto, las negociaciones entre el consistorio y el ministerio siguen su curso. El objetivo es cerrar este mismo año la operación, para la que el gobierno municipal ha consignado 15 millones de euros. Técnicos de ambas instituciones han creado una comisión para determinar el precio de la parcela, de alrededor de 20 hectáreas de superficie. En ella, el Ayuntamiento planea impulsar un desarrollo urbanístico que permita a la ciudad expandirse por la vega del Urumea y sirva de conexión entre los barrios de Riberas de Loiola y Txomin Enea.
De momento, se están definiendo los límites de la propiedad, la superficie construible total y otras cuestiones sobre plano que ayudarán a concretar cuánto puede valer. También se han entablado conversaciones con URA, la Agencia Vasca del Agua, con el objetivo de saber qué obras hay que acometer en la curva del río dentro del plan de prevención de inundaciones y cómo afectará esa actuación a la delimitación del ámbito. La orden política, tanto del Ejecutivo local como del central, es cerrar la compraventa en 2021, subrayan fuentes de Alcaldía.
Noticia Patrocinada
Historia. La Hípica de Loiola se inauguró en 1944 en terrenos del Ejército y en su época dorada fue lugar de encuentro de la aristocracia.
Instalaciones. En sus 7,5 hectáreas hay cuadras para 160 caballos, dos pistas exteriores, picadero cubierto, bar-restaurante con terraza...
Actividad. El Aula Hípica acoge a 250 alumnos y el club participa en la Tamborrada, Caldereros, Reyes y la campaña UDA del Ayuntamiento.
Mientras se despeja el panorama, que a día de hoy ofrece más incógnitas que certidumbre, desde la Asociación de Usuarios y Propietarios de la Hípica de Loiola plantean una solución si finalmente los cuarteles no se trasladan a esta orilla del Urumea. «Nuestra idea es crear aquí un gran complejo deportivo en el que la equitación sea una pata del proyecto. Con las miles de personas que están viniendo a vivir a Txomin Enea –y las que vendrán en la segunda fase, cuando se derribe la cárcel de Martutene–, sería interesante contar con unas instalaciones modernas para la práctica deportiva. El espacio es enorme y tiene muchas posibilidades. El Ayuntamiento podría hacerse con la propiedad si lo incluye en la operación de compraventa de los cuarteles», proponen. Sea como fuere, el destino de la Hípica se conocerá en los próximos meses.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.