El Icomos planteó a Goia la expropiación

Icomos lanzó hace unos meses una «alerta internacional» por el riesgo de desaparición del edificio donostiarra. Hace dos semanas, su presidenta en España, Alicia Castillo, y su tesorero, Fernando Espinosa de los Monteros, se reunieron en el Ayuntamiento con el alcalde y los responsables de Urbanismo. «Nos plantearon como modelo a seguir lo que pasó con el Beti Jai de Madrid», señalaron con sorpresa fuentes próximas a Eneko Goia. Este histórico edificio de Madrid (1894) estuvo en uso hasta 1918. Tras su etapa de esplendor sirvió como taller de coches, comisaría y hasta cárcel, antes de caer en el abandono. Desde 2011 está catalogado como Bien de Interés Cultural. El Ayuntamiento lo expropió por 7,3 millones en 2015, pero los propietarios recurrieron el justiprecio y lograron que el Tribunal Supremo lo elevara a 30,8 millones de euros. El consistorio no solo pagó esta cantidad sino que se ha gastado 5 millones de euros más en la rehabilitación del edificio, que hoy en día no tiene un uso claro. Se habla de la posibilidad de organizar conciertos, eventos, una escuela de pelota... Fuentes de Alcaldía se preguntan «qué factura habría que pagar por actuar de forma similar con el Bellas Artes». Solo por la diferencia entre un uso residencial frente al terciario actual, la Sade reclamó 13,7 millones de euros al Ayuntamiento. «A partir de ahí se puede empezar a sumar el coste de una rehabilitación, más el mantenimiento anual que deberían afrontar las arcas públicas».