
Un icono publicitario centenario
Casa Paulista y el 'negrito Panchito' ·
Los hermanos Luis y Alfonso Eguía trajeron de Sao Paulo (Brasil) al sonriente personaje cuando en 1910 abrieron el establecimiento en Garibay 9Secciones
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Casa Paulista y el 'negrito Panchito' ·
Los hermanos Luis y Alfonso Eguía trajeron de Sao Paulo (Brasil) al sonriente personaje cuando en 1910 abrieron el establecimiento en Garibay 9Lola Horcajo y J.J. Fdez. Beobide
Lunes, 6 de noviembre 2023, 07:49
Se dice que el león de la plaza de Lasala es el donostiarra más antiguo de la ciudad, ya que de su boca manaba agua ... junto a la Puerta de Tierra, antes del derribo de las murallas. Quizás el segundo sea nuestro personaje de hoy, el 'negrito Panchito' de la Casa Paulista, llegado a Donosti hacia 1910. Decimos antiguos, que no viejos, porque tanto por el león que vino de Francia, como por el risueño brasileño, parece que no ha pasado el tiempo.
La historia de Panchito comienza con los hermanos Luis y Alfonso Eguía cuando en 1910 abrieron Casa Paulista en la c/ Garibay 9. Una tienda de ultramarinos en el que el café era uno de sus artículos estrella y como imagen de la casa, trajeron de Sao Paulo (Brasil) a nuestro sonriente personaje un negrito que, sentado a horcajadas en la silla del escaparate, lleva saludando a los transeúntes desde hace más de un siglo. Ante su éxito publicitario, en otra sucursal que se abrió en c/ Loyola 10, tampoco faltó este personaje, que con el tiempo se debió deteriorar y perder. Pero todavía hubo un tercer panchito.
El Panchito Real. Cuentan que iba la reina Mª Cristina de paseo con sus nietos por las calles donostiarras y a los niños les entusiasmó el 'negrito del café' de la c/ Garibay. Como no hay abuela que se resista, ni comerciante que no intente contentar a tan importantes personas, la Casa trajo un hermano gemelo y se lo regaló. Así Panchito llegó al Palacio de Miramar y quedó sentado en un sillón del salón de billar que pasó a llamarse el 'salón del negrito'.
Con su sonrisa y leyendo su periódico que se renovaba diariamente estuvo en esta sala hasta la venta del palacio en 1972. Curiosamente, entre los muebles que retiró la familia real antes de la venta del palacio, debía estar 'el negrito', que andará ahora por otras latitudes.
1910 Los hermanos Eguía fundan Casa Paulista en c/ Garibay 9, con el 'negrito Panchito' como reclamo publicitario.
1923 Traspaso de la tienda a la Sociedad Larzabal y Garmendia.
1996 Se cierra la tienda de c/Garibay y la 4ª generación Larzabal se establece en el Polígono 27.
2005 Se inaugura Cafés Panchito en la Plaza de Gipuzkoa 16.
Larzabal y Garmendia. En 1923, los hermanos Eguía traspasaron el negocio a Armando Larzabal y Gabino Garmendia, dos amigos que formaron sociedad continuando con la tienda de ultramarinos, aunque pronto se especializaron en el tueste y venta de cafés.
Malta y achicoria en la posguerra. Los años de la posguerra fueron muy difíciles para los comercios que dependían de productos de importación. El café, cuando lo conseguían, resultaba muy caro, pero era un producto indispensable y fueron dos las opciones a la que se tuvieron que acostumbrar la mayoría de los consumidores: utilizar sucedáneos como la achicoria y la malta, o consumir el entonces considerado café nacional, proveniente de la colonia africana de Guinea española (Río Muni y Fernando Poo). La achicoria o la malta se consumían puras o mezcladas con café. Era una forma de ahorrar y también era más saludable para los niños. En las casas se hacía café de puchero, con agua sin llegar a hervir (café hervido, café perdido dice el refrán), y se colaba con una «manga» de tela al verterlo en las cafeteras de hierro esmaltado tan comunes entonces.
Cafés Gao. Gabino, Armando y un tercer socio llamado Orencio Martínez, abrieron en los años 30 la firma Cafés Gao (iniciales de sus nombres). Su eslogan publicitario fue muy simple pero tan exitoso que todavía se recuerda: Cafés Gao, ¡Gao que sí!
Cuatro generaciones. En 1955, fallecidos ambos socios, fue Juan Larzabal Recarte, quien prosiguió con el negocio. A su fallecimiento en 1980, fue su nuera, Margarita Ciriquiain, la continuadora hasta que finalmente fue disuelta la antigua sociedad Larzabal-Garmendia en 1996, vendiéndose entonces el local de Garibay. Sin comercio a pie de calle, la cuarta generación de la familia, Iñigo, Inma y Antxon Larzabal Ciriquiain, decidieron proseguir atendiendo a sus clientes de hostelería desde el polígono 27 de Martutene.
Panchito vuelve a la calle. Nuestro Panchito no se debió acostumbrar a estar encerrado y fue en el año 2005 cuando los hermanos Larzabal decidieron abrir el establecimiento de la esquina de Plaza de Gipuzkoa 16 con c/Txurruka, ahora con el nombre de 'Cafés Panchito'. Allí ha vuelto a sentarse mirando a la calle nuestro sonriente personaje, como siempre impecablemente vestido, con su chaqueta azul, pantalones y camisa blanca con corbata oscura, zapatos de charol y un llamativo chaleco amarillo con calcetines a juego y tocado con un canotier.
En el nuevo comercio se vende cafés en grano y molido de diferentes procedencias del mundo, y además se ha incorporado un centenar de tipos de tés e infusiones que ordenados en grandes botes metálicos ocupan el fondo del mostrador, pero sobre todo se sirve café a los clientes que muchas veces llegan a hacer cola en los soportales, para tomarlo calentito por la calle, tanto ha sido el éxito del 'take away' que se han abierto otros dos 'panchitos' de degustación, uno en Reina Regente 2, y el otro en c/Fuenterrabía 8.
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