
Ciudadanos | Isabel Arcos Villar
«Lijar, imprimación, pintar, volver a lijar, encerar, lijar, barnizar...»Secciones
Servicios
Destacamos
Ciudadanos | Isabel Arcos Villar
«Lijar, imprimación, pintar, volver a lijar, encerar, lijar, barnizar...»Eustasio Amilibia 11. Desde hace 22 años. Desde los tiempos del subterráneo. Desde cuando su madre, la gran acuarelista María Antonia Villar tenía una tienda ... taller en Carlos I llamada Decomanía. Dice Isabel que Eustasio Amilibia, con su parque enfrente es un mini barrio. Todos se conocen, los genios de la informática Abar, Basmo Decor, Müller &Co, estilistas. El taller de Isabel no está rotulado. Pero hay máquina de café super vintage (años 60), nueva colección de pendientes de arcilla (moldeados y pintados por ella), acuden a clases de lijado y barnizado alumnas que llevan en la tarea y el placer y el ambiente disfrutón más de 30 años y tenemos instagram @eltallerdeisar.
– Antes de ponernos a lijar, me da la impresión que anda que te andarás, estudia que (no)estudiarás, has vivido en casi todo Donosti, desde el más romántico al más recientemente acabado.
– Así es, sí. Crecí en Bengoetxea 1, al lado mismo de donde estuvo Modas Magda y ahora está Atlantis, alta bisutería. De hecho, la gran dama de Magda, Feli, era nuestra vecina, puerta con puerta. Yo estudié en Marianistas y en el instituto. Lo dejé en segundo de BUP y me puse a...
–... Lijar, supongo. Parece que es lo más importante que hay que hacer en todo taller de reciclaje y decoración qu se precie.
– Así es. Me puse a ayudar a mi madre en Decomanía. Ya has dicho que estaba en Carlos I pero luego abrimos otra tienda en Iparraguirre. Viví con mis padres en Riberas de Loiola. Ahora estoy en Txomin, un barrio recién hecho. Tenemos varios bares, dos panaderías, la farmacia, un super chiquito que abre casi 12/24 y el ambulatorio. No hay banco. Ni cajero pero sí un parque impresionante donde es super feliz 'Tyler', mi mestiza de podenco, una auténtica terremoto. En cuanto a Eustasio Amilibia, ha cambiado muchísimo. Y más desde que abrieron Lacunza, con todos los alumnos sin sitio para aparcar...
– Déjame insistir en el tema de la lija. Parece un proceso continuo, ¿me equivoco?
– No, no te equivocas. Como ejemplo, las patas del mueble que sacamos en la foto; primero tienes que lijar, luego hacer una imprimación, empezar a pintar, lijar de nuevo hasta que quede suave y bonita. No hay tacto más agradable que el de una madera que bien encerada la sentirás así, suave y bonita. Encerarás pero antes de barnizar volverás a lijar porque si no lo haces...
– ¿Qué? ¿Qué va a pasar? No me asustes, has puesto una cara...
– Verás, soy autodidacta y eso implica que muchas cosas las he aprendido a la brava, ensayo /error. Si barnizas sin lijar una vez más un mueble al que has dado buena cera para nutrir la madera ese barniz no se secará nunca.
– ¿Nunca nunca?
– Jamás. Te lo digo yo. Que lo aprendí en propia carne. Mejor dicho, en propia madera.
– ¿Por qué te trae la gente los muebles para que se los recicles para que les hagas un 'relook'?
– Hay muchos motivos. Uno de ellos, que los muebles de antes suelen ser muy oscuros y ahora nos gusta que nuestros pisos tengan luz, claridad, color. Otro, que las casas de ahora son más pequeñas que la de nuestros padres y hay que adaptar los muebles heredados o recibidos. Y tercero, que sueles tenerles cariño. Tienes cariño a la mesilla de noche de la abuela, a la alacena de la cocina de la casa del pueblo. Una razón más, las sucesivas crisis que hemos atravesado. Otra, el respeto que hemos empezado a sentir por la madera de verdad. No solo por las más nobles, como nogal, roble, cerezo, caoba. También por el buen pino. Hoy, tener sobre un mueble de serie transformado en una encimera de pino macizo, es algo verdaderamente potente.
– 'Macizo' suena efectivamente a sólido, a recio, auténtico. ¿Te encuentras con muchos muebles así?
– No tantos. Yo te diría que para los macizos, macizos de maderas nobles, tienes que retroceder a piezas de más de cien años, a realmente antiguos. Los que tienen 40. 50 son mayormente 'chapeados', un corazón de aglomerado, de madera más corriente y luego una cubierta de roble o nogal. Pero sea como sea, la gente que me treae mesas, armarios, secreteres los trae, hoy en día, muy poco para que los pinte y muy mucho para dejarlos naturales y limpios de barniz.
– ¿Tu madera favorita?
– El roble, sin dudarlo. Me gusta porque su color natural tira, aunque parezca mentira, hacia el amarillo, hacia tonos verdosos. Lo prefiero a los que se van más hacia el naranja como el cerezo. O hacia el rosa-rojo como la caoba. Del roble también me fascina la veta, tan prieta, punteada, y unas formas a veces tan increíbles, tan 'artísticas'.
– ¿'Hackeamos algo como final?
– Es divertido y agradable y por supuesto, legal. Digamos que consiste en 'personalizar' un mueble que, de otra manera, al ser de serie, está en millones de hogares.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.