Ciudadanos | Samuel Guerrero Castañeda

«Llevamos zapatillas impecables, joyas exhibidas y gorra»

– Antes de todo lo demás, ¿qué suena en esta tienda, en Punto G, gorras para todos?

– La música de mis amigos. En Spotify tengo con mi nombre de redes, Sami Komi, una playlist a la que subo todo lo que ellos hacen. Oirás a Sanagui, que es muy bueno y tocó en la inauguración. Oirás también, claro, a Lingotes de Oro. Si el local hubiera sido un poco más grande me habría gustado poner un mini equipo de grabación para que toda mi gente, que se autoproduce su rap, su trap, su reguetón, lo hiciera aquí.

– Repíteme la definición de estilo urbano de vestir que hemos puesto en el titular. Ese estilo de las calles de Cali, México, NY, Los Ángeles, República Dominicana, Tegucigalpa y, cómo no, también de buena parte de quienes se vinieron a Donostia. Y de unos cuantos, muchos, autóctonos.

– Llevamos las zapatillas impecables. Zapatillas de edición limitada, zapatillas de colección. O zapatillas guapas, simplemente. Yo llevo unas blancas y azules J'hayber a juego con el reloj. ¿Por qué las llevo? Porque me gusta consumir en el barrio. Las he comprado en la zapatería centenaria de Miracruz con Padre Larroca.

– Vistes de negro...

– Para que resalte más el oro del logo de la tienda y de la cadena. En este estilo de vestir, las joyas se exhiben y las gorras no se usan para protegerse del sol o de la lluvia. Se llevan como prenda. Por gusto. Y siempre combinadas. O con las zapas o con la camisa.

– La tuya está bien bordada...

– Personalizada. Lleva, de nuevo, el Punto G pero también la S y la K, que representan mi nombre en las redes. Nuestra relación con las gorras es fortísima. No vale solo que sea bonita. Debe tener historia. Hay gente que lleva la que se trajo de su país de origen. Hay quien encarga la original a México o a Estados Unidos, quien se las pide a los familiares que quedaron allá. La gorra representa los equipos de béisbol o de la NBA que amas. La gorra es cultura urbana. La gorra es orgullo. Clase. No puedes llevar una cualquiera. Recuerdo que cuando traje las primeras todavía no tenía tienda y las iba a vender por Instagram. Las encargué a China. No solo por costes sino porque las enviaban sin demora...

– Creo que las vendiste todas en una tarde. Las filmaste en un vídeo y la gente hacía captura de pantalla y te las pedían.

– Así fue, sí, pero también es verdad, y lógico, que algunos me dijeron: 'Lo siento, bro, yo solo llevo originales'. Pues claro. Hice otro nuevo pedido, de 30. Volaron. Compré 50... Mientras, iba buscando locales. Vi uno guapísimo (me muevo en el barrio), pero solo lo vendían. Y por bastante más de 100.000 euros. Imposible. Vi otro, pero alguien se me adelantó. Un compañero del Erreka que vive cerca me avisó que este (antes era un bonito negocio de ropa y estilismo vintage) estaba libre y a buen precio. Lo cogí inmediatamente. En el fondo, hubo un momento en que ni siquiera sabía si tendríamos gorras pero... ¡adelante!. Algo haríamos. No me asustaba el dinero...

– ¡Qué suerte!

– Había un capitalito, lo conseguido vendiendo las primeras gorras y algo que me devolvió Hacienda. Escribí a New Era exponiéndoles mi plan de abrir una tienda dedicada exclusivamente a vender gorras.

– New Era es la gran marca mundial de gorras. Con distribución en Europa. Y delegación en Barcelona. Acaba de firmar un acuerdo con seis grandes equipos de fútbol europeos para serigrafiar y bordar sus logos en una colección: Tottenham, Manchester United, Roma...

– Así es. Mantiene una férrea relación con las ligas mayores de los Estados Unidos, con la NBA. Todos sus equipos están representados en la mítica New Era. Tiene su razón de ser, el baloncesto es un juego muy de calle, muy de barrio. El béisbol, también. Es normal que todo quede unido, cultura popular, deporte, gorras...

– ¿Te contestó New Era?

– ¡Sí! Me dijeron que de buenas a primeras no podían darme la exclusividad, pero que la idea les parecía sorprendente y que vendrían a hablar conmigo. Nos reunimos aquí y llegamos al acuerdo de que me dejarían un lote amplio a ver cómo funcionaba y luego, ya veremos. No quiero dedicarme solo a ella, pero las otras marcas que coja tienen que estar a la altura. Por ejemplo, voy a traer mochilas Sprayground...

– El sueño se hace realidad...

– Nunca te rindas. Puedes. Hazlo.