A mal tiempo, buena cara

Pero los más animosos comparseros sí que se dieron cita en la plaza Zuloaga para el tradicional pasacalles hasta el hotel María Cristina a cantarle las 'Mañanitas' a la Diosa Momo. Ni la lluvia ni el viento frenaron el ímpetu y la alegría de este evento que lograron contagiar a quienes pululaban por la Parte Vieja. Los turistas no sabían si retratar a los pintxos o al pasacalles con el que por sorpresa se toparon, en el marco de unas calles semivacías.

Entre el centenar de congregados había un poco de todo, pero sobre todo grupos de jóvenes en pijamas de lo más variados, vaqueros, brujas, militares, colegialas, disfraces de Tetrix y atuendos gótico-vampíricos para ir conjuntados con la Diosa Momo y su séquito. La txaranga Los Pasai se encargó de la ambientación musical de las 'Mañanitas', enfundados sus componentes en atuendos de chef. El que iba más a su aire fue Juan Luis Vadillo que lleva 27 años acudiento a este evento y ayer se quedó con todo el mundo con un traje de payaso-marioneta dando pedales a una bicicleta antigua de equilibrista de circo.

Tras la salutación desde el balcón de su habitación, Momo y su oscuro séquito bajaron a la plaza Okendo donde fueron recibidos con un pasillo de honor antes de montar en el espectacular Rolls Royce 'Corniche' blanco descapotable que les conduciría hasta el Ayuntamiento.

La desapacible mañana obligó a Festak a cambiar el escenario de la plaza de la Constitución por el de la casa consistorial para realizar el traspaso de poderes, mientras se cocinaba la crisis del día: Qué hacer con el desfile de comparsas de la tarde. Pero a los congregados en las 'Mañanitas' solo les importa llegar al Ayuntamiento para ver con sus ojos cómo la diosa vampiro del Carnaval, que tuvo que abrir varias veces el paraguas para que no se le estropease su trabajadísimo maquillaje, ocupaba el puesto del alcalde. Y allí estaba Eneko Goia esperando con un atuendo de Mario Bros, el personaje del popular videojuego de Nintendo, acompañado por su hermano menor, Luigi, encarnado por el concejal de Cultura, Jon Insausti, quien no soltó en toda la mañana un enorme desatascador.

A los sones de 'Entrada del Dios Momo', subieron a la sala Mabel Vidal y su séquito, formado por Lydia Simón, Joseba Vergara e Irati Núñez. El presentador del acto, Imanol Artola, anunció el inminente traspaso de poderes de «Mario Goia Bros» a la Diosa Momo, momento en el que ambos iniciaron un baile, con la canción 'Quisiera ser Alcalde', al que pronto se sumaron numerosas parejas.

Tras la entrega de la makila de mando, Goia pronunció unas breves palabras. No dudó de que las comparsas podrían al mal tiempo buena cara y entregó gustoso el poder a la Diosa Momo: «Mientras gobiernas nosotros nos vamos a dedicar a terminar estas obras tan molestas».

Nada más tomar el mando, entre vítores, la Diosa Momo dijo al alcalde que tenía a la ciudad «sublevada». «Yo vengo a darte soluciones que no vas a poder rechazar», advirtió desde el comienzo de su discurso. Con «Mario Goia Bros» temblando ante las soluciones que iba a tener que escuchar, la regidora del Carnaval decretó que, ante el malestar que han provocado las modificaciones en Dbus, el servicio se convierte bajo su mandato en un transporte «puerta a puerta» para que cada cual «se suba y baje donde le dé la gana». Ante tanta zanja «vamos a solicitar a la Unesco que la ciudad sea un museo urbano porque tenemos más obras que el Prado y el Thyssen juntos». Y frente a la inminencia de la Zona de Bajas Emisiones que no dejará a los coches circular, ordenó construir un circuito de Fórmula 1, «tipo Mónaco», en el que «para repostar bien, el 'pit lane' (gesto de beber) estará en la Parte Vieja, la curva de 'Fairmont' la haremos en el Bellas (Artes) y como túnel de 'Sainte Devote' aprovecharemos el del Metro con el que saldremos al Puerto… y todo sin talar ni un árbol». Momo anunció «cursillos express de andaluz» para los donostiarras porque la Real «seguro» que juega la final de Copa de Sevilla. Y para solucionar el problema de la villa de Xabi Alonso instó al alcalde a que «este marrón lo soluciones tú porque a mí no me va a dar tiempo».