Uno de los menores arrestados por el intento de asesinato en Egia pertenece a una banda juvenil

Fuentes próximas al caso han detallado a DV que se trata de una chica de 15 años y tres varones de 16, 18 y 19 años. Los dos mayores de edad y la chica son de origen paraguayo, mientras que el cuarto arrestado es de nacionalidad española. Las detenciones se produjeron a lo largo de la semana pasada en San Sebastián, Errenteria (2) y Lezo y los acusados pasaron a disposición judicial el viernes y el sábado.

Los dos mayores de edad han ingresado ya en prisión, en tanto que de los dos menores, el chico español de 16 años ha sido internado en un centro de menores y la chica ha quedado en libertad vigilada. A los cuatro se les imputa un delito de asesinato en grado de tentativa.

Según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras del desarrollo de las investigaciones y ha confirmado el consejero de Seguridad Bingen Zupiria, al menos uno de los detenidos, el menor de nacionalidad española, forma parte de una banda juvenil. Se sospecha que de los Trinitarios, si bien este extremo está por confirmar a la espera de la evolución del procedimiento abierto.

No obstante, las mismas fuentes remarcan que, siempre según las primeras pesquisas y a la espera del cierre de las indagaciones, el intento de homicidio no estaría relacionado con una guerra o ajuste de cuentas entre bandas, sino que obedecería a «motivaciones personales». «Parece que hay un asunto de celos, hay utilización de la violencia mediante arma blanca, y, según las hipótesis de la Ertzaintza, también puede ser que el caso esté relacionado con bandas juveniles», ha explicado Zupiria.

El pasado 13 de marzo, sobre las 16.00 horas, un joven de 16 años fue agredido con un arma blanca en el barrio donostiarra de Egia, en el paseo Duque de Mandas. Sucedió cuando varias decenas de estudiantes salían del colegio, justo enfrente del Palacio de Justicia de San Sebastián.

Varios chavales que estudian en ese centro educativo, compañeros de la víctima, aseguraron aquel día a este periódico que dos personas estaban esperando al menor. Según apuntaron, los agresores vestían de negro y no estudian en este colegio, porque no les conocían. «Estuvieron un rato ahí fuera, con la cara destapada», apuntó una chica. La víctima, al parecer, se encontraba con una joven mayor que él cuando fue abordado por dos varones que para entonces «se habían cubierto la cara con algo». Le propinaron dos puñaladas «en la espalda y el brazo». En concreto, en la zona lumbar y en un tríceps, precisaron más tarde fuentes oficiales.

Tras sufrir los pinchazos, el agredido se quitó su chaqueta y se la dio a un amigo, a quien le dijo «llama a mi madre, porque no puedo recoger a mi hermano». Por su propio pie, el chico recorrió la treintenta de metros que separan el lugar donde le hirieron de una base de emergencias en la que suele haber una ambulancia y sus correspondientes sanitarios. Él mismo tocó a la puerta para ser asistido.

La llamada de un particular a SOS Deiak alertó a los servicios de emergencias. En el lugar se personaron otra ambulancia y agentes de la Ertzaintza y la Guardia Municipal, que acordonaron la zona. En un corrillo, una chica mostró su extrañeza porque llegó a ver a dos chicos «con la cara descubierta pero guantes negros en las manos. ¿Quién lleva guantes en la calle? Uno se ha ido hacia Egia y otro para Gros». Unos vecinos vieron «una pareja de municipales corriendo y gritando que iban hacia la calle Misericordia», en Gros.

A consecuencia de las heridas la víctima tuvo que ser trasladada al Hospital Universitario de Donostia. Estas no resultaron graves y sobre las seis de la tarde, el propio herido telefoneó desde el hospital al amigo al que le había dado su ropa tras ser apuñalado. Fue una conversación de medio minuto para aclarar su (tranquilizadora) preocupación. «¿Dónde tienes mi chaqueta?».