
El nuevo entorno urbano que nacerá tras la desaparición de las vías ferroviarias de Easo y Errondo empieza ya a coger forma, aunque sea sobre el papel y de una forma muy inicial. El Ayuntamiento de San Sebastián presentó ayer su propuesta de ordenación urbanística para este ámbito, un primer planteamiento al que le queda un largo recorrido de negociación con ETS (propietaria del suelo) y de plasmación en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que acaba de echar a andar y cuya aprobación definitiva se demorará varios años.
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La nueva centralidad que se plantea para la ciudad cuando quede soterrada la línea del Topo contempla siete nuevos edificios para un desarrollo residencial de entre 450 y 500 viviendas, junto a equipamientos, la ampliación del parque Araba y la renovación del paseo de Errondo para «'coser' Amara y Morlans al Centro», según dijo el alcalde, Eneko Goia. Unos cambios que también permiten imaginar modificaciones viarias para mejorar el tráfico del cogollo urbano.
Goia dio este martes en rueda de prensa los detalles de este documento que tendrá que ser negociado y acordado con ETS –Euskal Trenbide Sarea– en la comisión mixta creada para dar forma a este ámbito. La propuesta municipal, redactada por el estudio de arquitectos Hoz Fontán, abarca un área de ordenación de 36.350 metros cuadrados, que va más allá de los 28.000 m² que corresponden a la playa de vías –propiedad de ETS–, ya que incluye terrenos de titularidad municipal para «que la reflexión sea amplia e integre todo el ámbito», según destacó Goia. El primer edil se refirió a esta operación como «una cuestión de vital importancia para la ciudad» con lo que se marcó el reto «de acertar a la hora de proponer una ordenación» para estos terrenos.
El redactor de la propuesta, el arquitecto Pablo de la Hoz, destacó en la misma comparecencia los tres pilares o claves sobre los que se asienta la misma. Por un lado señaló que con ella se consigue «repensar el paseo de Errondo», generando «un nuevo eje peatonal y ciclista» de gran anchura (de entre 10 y 12 metros) que conectaría la plaza Easo y del ensanche con el entorno del colegio Amara Berri, «ligando dos barrios (Centro y Morlans) hasta ahora muy desligados».
La segunda oportunidad que surge gracias a este planteamiento es la de poder rematar el Ensanche Cortázar y resolver su encuentro con Amara, eliminando el espacio «vacío» que separa ambos barrios en la actualidad. El remate llegaría con un nuevo edificio al final de la calle Easo, en sustitución del actual edificio de la estación del Topo, «dotado de una escala adecuada».
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Por su parte, la continuidad urbana del centro de San Sebastián se generaría gracias a las otras seis edificaciones (en las imágenes se muestran volúmenes, no propuestas arquitectónicas definitivas), que quedarían integradas o apoyadas en el monte, en armonía con el nuevo paisaje y en contacto directo con los espacios públicos para « asegurar su actividad y seguridad».
La ordenación urbanística se completaría con el incremento del espacio público disponible para el parque Araba, a costa de reducir la intensidad de tráfico rodado a su alrededor y con su fusión con los jardines Menchu Gal. Un cambio que además permitiría mejorar los itinerarios peatonales entre Amara y el Centro, dotándolos de mayor seguridad. El proyecto presenta dos opciones: en la primera este espacio público se maximiza sin ningún tipo de construcción, y en la segunda se añade un edificio en la zona central que podría servir como equipamiento.
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Por último, el aspecto «más importante» del proyecto, según el arquitecto, incidiría en la creación de «una nueva centralidad ligada a la parada de metro» que surgiría en la calle Autonomía. Se propone la adopción de una densidad edificatoria en contacto con el entorno de esta estación con el objetivo de generar un nuevo polo de actividad en esta zona.
La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, recordó por su parte que la propuesta, entendida como un punto de partida, comenzará a negociarse en las próximas reuniones que se hagan en el seno de la comisión mixta creada entre Ayuntamiento y Gobierno Vasco, que tendrán que acordar una ordenación final del ámbito. La fórmula definitiva que se acuerde entre ambos, será trasladada e incluida en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana –PGOU– que ya está en marcha. En la redacción de este documento podrán participar ciudadanos y entidades sociales, por lo que también podrán ser parte de la definición urbanística de la playa de vías de Easo.
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La intención del Ayuntamiento de San Sebastián es que los trabajos para dar forma a este nuevo ámbito comiencen a ejecutarse una vez entre en funcionamiento la pasante del Topo, previsto para el año 2024. Sin embargo, la revisión del PGOU podría llevar esa fecha a un horizonte más lejano.
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