
Ciudadanos | Caribay Bolívar González
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Ciudadanos | Caribay Bolívar González
«Ser mujer es un reto, ser extranjera otro y ser empresaria, también»El domingo 1 de diciembre les hablaron en las páginas gastronómicas de este su periódico de ustedes sobre cómo mezclan en el establecimiento Carai el ... queso de Irati con la yema de huevo emulsionada. Y también del sabor de su tiramisú. El lunes después de las tempestades nos sentamos con la responsable (con la ayuda de Luigi, el encargado, y de una docena de empleadas de mucho rango) de todo eso y más. Charlamos largo. Sobre los bizcochos de su madre Mari Carmen, las brochetas colombianas de Byron, su padre, el petit choux con capa crujiente que aprendió a hacer con Dani Luque, su trabajo de fin de curso. De su marido Alejandro Olivieri. De su tarta de queso. De los excesos de la vida. Y de las diosas andinas.
- Pongamos que no es lunes (cuando quedamos) ni miércoles (cuando aparece la charla). Pongamos que es fin de semana. O que tienes fiesta y tiempo. ¿Qué te desayunarías?
- Un 'bikini'. Hecho con pan de brioche comprado ahí mismo, enfrente, en Aguirre. Lleva jamón ahumado, queso gouda y una tortilla de huevo. Lo acompañaría con zumo de naranja natural. Y con un café 'flat white'. Me gusta por su doble carga de café y su toque de leche.
- Apetitoso. Además, 20 años después, tras haber aprendido con tu madre Mari Carmen, estudiado en Le Petit de San Cristobal, Venezuela, hecho tu primera tartaleta en el reino de Luque en Carquizano, trabajado en el Atari, triunfado con tu trabajo fin de master en el BCC y abierto Carai, ya no se te quema ni un flambeado, ¿verdad?
- Dos acotaciones a todo eso; primero te diré que el TFM lo hice con dos compañeros, Ainhoa Fontoba, venezolana, y Filipo Turrini, italiano. Te lo cuento luego. Segundo, que mucho del éxito que he conseguido se lo debo también a dos libros que, recomendados por Dani me he leído dos o tres veces.
- ¿Cuáles?
- 'Chocolate', escrito por Ramón Morató, gran artesano, gran tecnólogo, y 'La ciencia de la pastelería' de Dario Bressanini, otra maravilla que explica, científicamente y hablando de moléculas y fusiones, cómo funcionan, interactúan o se agreden los ingredientes básicos de la repostería.
- Que son...
- Leche, huevo, azúcar, levadura, harina. Ahí aprendí por ejemplo, por qué un bizcocho se 'baja'.
- ¿Por qué?
- Varios motivos: exceso de batido, exceso de polvos de hornear, exceso de levadura... química. Ya sabes, todo exceso es malo.
- La vida en sí es un exceso.
- Cierto, pero sabroso.
- Sobre todo si, como tú, una está logrando su sueño. El tuyo luce de lo más lindo, cuenta.
- Mi padre tuvo dos restaurantes en San Cristobal. De comida colombiana. Referenciales en esa ciudad venezolana que queda a hora y media de Mérida. Uno cerró (no te voy a hablar de la situación de mi país...). El otro se mantiene, 'Brochetas Byron' se llama porque es su especialidad. Mi madre era buena repostera y sí, a los 7 años hice mi primer bizcocho. Realicé bien todos los procesos pero al final se me quemó. ¿Sabes? Yo quería estudiar moda...
- Ahí va.
- Pero hubo un momento en que sentí que iba a ser, que tenía que ser, repostera. Y entré en Le Petit, una academia de cocina (que también cerró). Si mi madre me enseñó que la pastelería exige tranquilidad, en clase aprendí el tema de las temperaturas. Hacia los 18 o 19 años, Fernando, un primo de mi esposo Alejandro, hoy jefe de operaciones de Gastroleku, nos dijo que nos viniéramos, que no fuéramos a Italia. Y nos vinimos...
- ...Hasta el empoderamiento final.
- Todo comienzo es difícil. Trabajé en sitios que, aquí también, acabaron cerrando. Pero Alejandro y yo teníamos un objetivo y nos concentramos en él. Trabajábamos y ahorrábamos. Ahorrábamos y trabajábamos. Llegó la Covid. Durante cuatro meses pensamos y pensamos. En esto, en 'Carai', que aún no era más que una idea. Decidí entrar en el Basque Culinary Center. Todo ha sido diferente desde entonces. Viví intensamente con 20 compañeros de medio mundo. 20 mentalidades diferentes, 20 maneras de interpretar la repostería diferentes pero algo, unas bases, un objetivo, común.
- Ahora sí, cuenta vuestro TFM, elegido el mejor de aquel curso.
- Investigamos sobre la emigración italiana a Venezuela ...
- No sabía yo que existiese una cocina fusión italo-venezolana.
- No la hay.
- Ah.
- No nos importó. Pensamos más bien en que ellos dicen que la pasta es suya y fue Marco Polo quien la llevó a Venecia desde China. Dicen que nadie hace mejor un café que un italiano pero no tienen ni un cafeto cultivado. No importa. En el BCC lo imposible es posible. Ellos tienen los helados, nosotros, las frutas. Preparamos uno de chutney de mango. Y con los posos de nuestra bebida masato (de yuca, maíz o piña) creamos... ¡pasta para lasagna!
- Mujer, extranjera, empresaria. Acaso no haya sido tan fácil.
- No pero cuando te empoderas el placer es aún más grande.
- Bonito tu nombre.
- El de una diosa andina que perseguía águilas blancas.
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