«Yo llevo viviendo en esta calle 23 años, el tiempo que llevan las casas que se construyeron justo al lado de la ikastola Intxaurrondo Hegoa», explica José María Aycart, vecino de la zona. «Nunca se habían metido con nosotros en el tema del aparcamiento. Pero de unos años a esta parte -unos cuatro o cinco años-, según les da en el Ayuntamiento. Llega un agente de Movilidad o pasa por aquí y se pone a multar. A los coches que están aparcados en el carril de circulación de salida».
Salir marcha atrás
El primer absurdo llegó cuando asfaltaron la calle, hace unos años, y pintaron rayas de doble sentido: la raya blanca del centro y una flecha de entrada y otra de salida. Y ello porque la calle es un fondo de saco. «Tú, cuando entras en la calle, no puedes hacer nada de giro para volver a salir, porque no te da el espacio», explica Aycart. «Tienes que salir marcha atrás, hacer esta maniobra. Pero no tiene ningún sentido haber pintado la doble circulación porque el carril de entrada es el mismo que el de salida. Y de hecho, la calle es tan ancha que caben dos filas de coches aparcados más dos coches, uno frente a otro. Es muy ancha la calle».
Lo que está ocurriendo ahora es que dejan aparcar en un lado, donde caben cuatro coches. Y en el otro, donde caben cinco, han empezado a impedirlo. Y dejan la calle vacía, denuncian.
«A través de la página web del Ayuntamiento he mandado un escrito con fotos denunciando esta situación», explica este vecino. «Estoy a la espera de contestación».
El propio Aycart, que ha sido también multado, ha hablado con los agentes de movilidad que aparecen por allí para multar y muchos de ellos le dicen que la situación no tiene ningún sentido pero que les mandan hacerlo.
«En 23 años nunca se han metido en cómo se aparcaba y, desde hace 5, según les da»
«No tiene sentido poner doble circulación porque el carril de entrada es el de salida»
Hace 5 ó 6 años empezaron a multar y la situación se ha estancado. «Como no es constante, seguimos en tierra de nadie, con la inseguridad de saber si nos multarán o no. Y es absurdo. La calle es muy ancha y aquí nadie estorba. Entran los Bomberos -entraron al Todo Todo de abajo que se quemó- y entran los camiones de reparto».
Los vecinos sienten que están al albur del azar. «No son todos los agentes los que multan», dicen. «Vienen a las entradas y salidas de los niños a la ikastola Hegoa y no deparan en los coches aquí aparcados.
«Entendemos que si fuese una calle con problemas de circulación, en la que no cupiesen los coches aparcados en ambos lados, no entrasen los camiones de reparto y hasta en alguna ocasión, los bomberos. Es decir, si fuera conflictiva, vendrían todos los días a regular el tráfico y pintarían señales de 'prohibido aparcar'».
Tomar una decisión
Piden que desde el Ayuntamiento se tome una decisión. «Si determinan que no se puede aparcar y terminan pintando una raya amarilla o poniendo una señal, nos tendremos que fastidiar. Pero que se determine. No se han molestado».
Remarcan los vecinos que es una calle que no tiene salida, de poco recorrido, y en la que caben perfectamente aparcados los coches en los dos lados.
«Reiteradamente hemos recurrido las denuncias al departamento de Tráfico del Ayuntamiento, adjuntando fotos y solicitando su presencia en dicha calle para explicarles in situ los hechos». Tienen claro que detrás de estas contradicciones solo hay «un afán recaudatorio por parte de algún agente, dejándonos a los vecinos con problemas de aparcamiento. Y dejando una calle vacía. Los propios agentes, cuando hablamos con ellos entienden de la situación anómala».
Que vengan a mirar
Están enfadados. «Es del todo indignante por parte del Ayuntamiento que no de un paso atrás en las denuncias y que no se den una vuelta por esta calle para analizar su situación. Máxime cuando ya tenemos problemas de aparcamiento en el barrio de Intxaurrondo Sur, donde se encuentra esta calle Beltrán Pagola».
Si las casas de la calle llevan construidas 23 años, el asfaltado y la raya blanca de doble circulación la pintaron hace unos 10 o 12 años. Pero a la vista de la situación actual, los vecinos dicen que no tiene mucho sentido. «Que se aclaren desde el Ayuntamiento, por favor», reclaman.
Las denuncias de los ciudadanos vienen de atrás. El pasado mes de julio, el propio Aycart ya se quejaba en una carta enviada a la sección de Sirimiri. «Desde hace unos años vienen denunciando esporádicamente a los coches aparcados en un lado de la calle Beltrán Pagola», decía entonces. «Es una calle que no tiene salida, de poco recorrido y en la que caben perfectamente aparcados los coches en los dos lados».
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