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Miércoles, 20 de julio 2022, 07:35
La operación Iztueta entra en su fase definitiva. Tras la eliminación del viaducto sobre la línea ferroviaria y el rebaje de cota de la calzada, llega el momento de rematar la urbanización del entorno, unos trabajos que según las previsiones de la concejala de Proyectos Urbanos, Duñike Agirrezabalaga, habrán terminado «en dos o tres semanas». Con estas previsiones, la nueva cara de este ámbito de conexión entre el Centro, Egia y Gros será una realidad a lo largo de la primera quincena de agosto.
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La delegada del PSE explica que la actuación avanza a un ritmo algo más lento de lo esperado y que los esfuerzos se centran estos días en pavimentar distintas zonas como el lateral de los Juzgados o el paso peatonal bajo el viejo puente de Adif, que da continuidad a la calle Iztueta. También faltaría por intervenir en el área donde se ubican las casetas de obra.
Tras colocar las nuevas baldosas, habrá que instalar las farolas y, en el último momento, los elementos de mobiliario urbano como bancos o papeleras. La plantación de árboles ya ha comenzado en algunos puntos.
La eliminación del viaducto de Iztueta es una de las principales inversiones de la legislatura municipal, tanto por su presupuesto como por su impacto en la movilidad y la imagen de este lugar de tránsito entre Gros y Egia. Además, permite suprimir uno de los puntos críticos para la seguridad de las mujeres.
El proceso ha sido largo y no ha estado exento de complicaciones. Hace poco más de un año se registró un accidente durante los trabajos nocturnos de desmontaje de la parte central del viaducto. El mal estado del hormigón hizo que los trozos de muro se deshicieran al ser mordidos por la máquina y se desplomaran de forma abrupta sobre las vías del tren. La catenaria de Renfe se cayó y el tráfico ferroviario estuvo interrumpido varios días, por lo que Adif tuvo que trasladar a los pasajeros en autobuses. El incidente llevó a modificar el proyecto, exigió reforzar las medidas de seguridad y obligó a detener la circulación de trenes durante todo un fin de semana, lo que terminó por retrasar tres meses los plazos de entrega y encarecer la obra hasta los 7,9 millones de euros.
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Desde abril los coches vuelven a transitar por este punto, ahora ya bajo el puente ferroviario gracias a la excavación de un gálibo de 4,5 metros de altura. Al principio se abrieron solo dos carriles, uno por cada sentido de circulación, lo que generó algunas retenciones en horas punta, sobre todo en dirección Centro y en la nueva rotonda de Zuhaizti. Estas tensiones circulatorias se vieron aliviadas en junio con la habilitación del tercer carril.
La desaparición del antiguo viaducto ha liberado amplios espacios para aceras y zonas verdes. La calle Iztueta queda por encima de la carretera, lo que reducirá la contaminación acústica y visual, y será peatonal entre Iparragirre y la rotonda de Zuhaizti. También se introducen mejoras de urbanización en plaza Zuhaizti, Calzada de Egia, cruce de Aldakonea, final del paseo del Duque de Mandas y entorno del Palacio de Justicia.
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